Cuando se
produjo la caída de los precios del petróleo, lo cual traería consigo la baja
en los precios del gas, el ministro de economía Luis Arce del gobierno de Evo
Morales declaró a la revista Nueva Economía, que esto no sería mucho problema
para la economía boliviana puesto que ésta “a partir de 2016 empezará a recibir
los recursos de la industrialización y de las empresas estatales en actual
proceso de consolidación. Vamos a empezar a recibir los réditos de haber
invertido en su momento. Las carreteras van a estar concluidas, los proyectos
de industrialización del litio, el Mutún, las plantas de cemento, las
hidrometalúrgicas, las carreteras. Eso significa mayor crecimiento económico”.
El ministro de
economía Marcelo Montenegro del gobierno de Luis Arce declaró a la radio El
Deber, que la baja liquidez de moneda extranjera será superada por “los
proyectos que nos van ahorrar divisas. La primera planta de biodiesel se va a
inaugurar en Santa Cruz y nos va a ahorrar 100 millones de $US en subvención,
la otra planta que se va a inaugurar en El Alto también va por los 100 millones
de $US. Hemos hablado con los ingenios y nos venderán más etanol y ahí vamos a
ahorrar unos 250 millones de $US. Nuestro proyecto del Mutún comenzará a
realizar sus pruebas en agosto de este año, entonces son proyectos que se van a
materializar este año”. El ministro también señaló la posibilidad de vender sal
muera (de litio) a China y mejorar el proceso productivo de la actual planta,
con una inversión de 50 millones de $US por una empresa china.
Los proyectos
del ministro Montenegro, si es que se materializan, tendrán muy poco efecto en
frenar la caída de las reservas internacionales. Según las declaraciones que
hizo allá por el 2014 el ministro de economía Luis Arce, los réditos de las
inversiones que se hicieron con los cuantiosos recursos que tuvo el gobierno
por las exportaciones de gas, tenían que haber producido ingresos de moneda
extranjera que repondrían las reservas internacionales, en primer lugar con el
pago de las deudas que fueron contraídas con el Banco Central y con los
beneficios por encima de los costos de inversión y operación que hubieran
producido las inversiones. Pero esto no ha sucedido. Comencemos analizando los
proyectos de inversión que se hicieron dentro del programa de industrialización
a que hace referencia el ministro Luis Arce y de las empresas estatales que se
crearon, en su mayor parte, dentro de este programa.
La Planta de
Amoniaco y Urea de Bulo Bulo (Chapare) fue construida con un crédito del Banco
Central de 953 millones de $US. Fue inaugurada en septiembre de 2017. La planta
ha operado por debajo de su capacidad instalada y ha tenido al menos cinco
paros. Recibió gas al precio subsidiado de 0,96 $US el millar de BTU. No pudo
cubrir sus costos de operación y tuvo millonarias pérdidas. A este proyecto hay
que agregar la fallida construcción del ferrocarril Montero – Bulo Bulo, donde
el país perdió más de 200 millones de $US.
Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene otras dos plantas que trabajan
muy por debajo de su capacidad y que por el problema del gas están destinadas a
cerrarse, que son la planta de productos derivados de gas de Gran Chaco y la
planta separadora de Río Grande. Estas plantas fueron mal concebidas y son
inversiones que solamente han consumido las reservas internacionales.
En un
diagnóstico que hizo, de 63 empresas públicas, la Oficina Técnica para el
Fortalecimiento de la Empresa Pública (OTFEP) en 2019 (durante la gestión del
presidente Evo Morales) se identificaron 15 problemas, que eran la causa de su
bajo rendimiento. Según esta oficina, hasta 2019 nueve empresas estatales
acumularon una pérdida de 69 millones de $US. Estas fueron Empresa Azucarera
San Buenaventura, Empresa Estatal de Textiles Yacana, Empresa Boliviana de
Industrialización de Hidrocarburos, Empresa Pública Quipus, Empresa Siderúrgica
del Mutún, Empresa Productiva Cementos de Bolivia, Yacimientos del Litio
Bolivianos, Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos y Empresa Naviera
Boliviana. Según otra investigación, las empresas públicas Emapa, Mi Teleférico,
Quipus, ABE, Easba, Boltur, Cartonbol, Empresa Mutún, EBA y Yacimientos del
Litio, desde su creación hasta el año 2021, reportaron pérdidas por un monto de
3.823 millones de bolivianos (557,4 millones de $US). El Lic. Luis Arce como
presidente, como un componente importante de su política económica, continúa
con la creación de empresas estatales, algunas paralelas a empresas privadas que
ya existen.
La Empresa Siderúrgica
del Mutún, que está a cargo del desarrollo del yacimiento del hierro, tiene una
deuda de 488 millones de $US, 73 millones de $US al TGN y 415 millones de $US a
EXIMBANK y ha reportado pérdidas operativas. Igualmente Yacimientos del Litio
Bolivianos tiene una deuda de 772 millones de $US y ha tenido pérdidas por 35,2
millones de $US durante su funcionamiento.
El Ingenio
Azucarero de San Buenaventura se construyó y se puso en marcha con un crédito
del Banco Central de Bolivia de 263,3 millones de $US. Está funcionando hace
trece años con pérdidas de más de 60 millones de $US.
La red de
teleféricos tiene una longitud de 31,61 Km, costó 738 millones de $US,
financiados mediante un préstamo del Banco Central. Se inauguró en 2014 con las
líneas roja, amarilla y verde y se terminó de construir en 2018 con la línea
morada, en total son 10 líneas construidas en las ciudades de La Paz y El Alto.
Hasta el año 2021, ha operado acumulando una pérdida por 199 millones de $US.
La red de teleféricos atiende solo al 9 % de la demanda de pasajeros que tienen
las dos ciudades. Solamente las líneas que conectan a La Paz con El Alto tienen
un apreciable flujo de pasajeros, las demás apenas se usan.
Otro sistema de
transporte público a donde se ha ido las reservas internacionales es el tren
metropolitano de Cochabamba, cuyo costo ha sido estimado en 447,6 millones de
$US, que será cubierto con recursos del TGN. Consta de dos líneas, de las
cuales se ha construido una. El tren solo servirá para una pequeña parte de la
demanda de pasajeros de la ciudad de Cochabamba.
La Empresa
Nacional de Electricidad (ENDE) tiene centrales termoeléctricas en Entre Ríos
del trópico de Cochabamba, Warnes y Yacuiba, que fueron instaladas para generar
1.480 MW de energía eléctrica, con el objeto de aumentar la oferta de energía
eléctrica y destinarla a la exportación. De esta manera, el país tiene un
excedente de generación de energía eléctrica que no ha podido ser vendido en
los países vecinos.
La
Administración Boliviana de Carreteras, durante el gobierno de Evo Morales se
embargó en un ambicioso programa de construcción de carreteras pavimentadas de
dos carriles (uno de ida y otro de vuelta) y de cuatro carriles (dos de ida y
dos de vuelta) denominadas dobles vías. Según lo que declaró el ministro de
economía Luis Arce, este programa estaría concluido en 2016 y las carreteras
estarían listas para impulsar el desarrollo de la economía. Pero esto no
sucedió y pese a que se despilfarró 11.000 millones de $US, la economía del
país dispone de una pésima red de carreteras que dificulta su desarrollo.
En los
proyectos de industrialización se hace un uso intensivo de moneda extranjera,
en cambio en los proyectos de construcción de carreteras, una parte de los
costos son en moneda extranjera y otra en moneda nacional. De ahí que de los
11.000 millones de $US, una parte ha sido en moneda extranjera. Las carreteras
del programa de construcción fueron construidas por empresas extranjeras que se
llevaron en dólares sus utilidades. Los créditos que se hicieron para financiar
la construcción de las carreteras tendrán que pagarse en dólares. La doble vía
El Alto – Huarina – Tiquina fue financiada con la emisión de bonos soberanos.
El ministro
Luis Arce, en su declaración de 2014, no mencionó la construcción de
aeropuertos que no se usan o que tienen un poco uso, donde se produjo un
despilfarro de 260 millones de $US. La lista incluye a los aeropuertos de:
Uyuni, Oruro, Chimoré, San Ignacio de Velasco, Copacabana y Monteagudo. Parte
de las inversiones que se hicieron en estos aeropuertos, es otro destino a
donde fueron a parar las reservas internacionales. A ello hay que agregar la
construcción del aeropuerto de Alcantari (55,7 millones de $US) para reemplazar
un aeropuerto que estaba funcionando sin mayores inconvenientes y la inversión
de 28,9 millones de $US que se ha hecho en el aeropuerto de Cobija, para
convertirlo en uno de categoría internacional, donde la demanda para viajes
internacionales es muy baja.
Otro destino a
dónde han ido a parar las reservas internacionales es el subsidio a los
combustibles, a donde se ha tenido que destinar los ingresos por exportación de
YPFB y desde que estos no alcanzan para cubrir el monto de la compra de
combustibles en el exterior, se tiene que recurrir a las reservas
internacionales. El acceso que tenían los bolivianos al dólar barato ha
significado que haya habido una fuerte presión sobre las reservas para adquirir
bienes del exterior, lo que ocasionó una salida excesiva de dólares del Banco
Central.
La
nacionalización es también una de las principales causas de la pérdida de las
valiosas reservas internacionales. En primer lugar la nacionalización de YPFB
significó la muerte de la principal fuente de generación de moneda extranjera.
Dueña de todo el negocio de hidrocarburos, YPFB se convirtió en una empresa
ineficiente, sin capacidad de reponer las reservas de gas y petróleo. La
nacionalización o estatización de las empresas del sector privado consistió en
comprar las acciones de los propietarios, lo que significó la erogación de las
reservas, amén de que el gobierno se vio envuelto en juicios en los tribunales
internacionales, que lo obligaron a pagar indemnizaciones a las empresas
demandantes.
Los destinos
presentados más adelante, constituyen los destinos más aparentes a donde se
fueron las reservas internacionales, pero hay muchos otros, donde seguramente
está el gasto corriente. Todo esto ha sucedido porque el gobierno violó la ley
del Banco Central, que no permite utilizar al Banco Central como un banco de
crédito o un banco de desarrollo y mucho menos como una fuente de despilfarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario