domingo, 11 de octubre de 2020

35 AÑOS DEL 21060

I.  El decreto supremo 21060

 

El decreto supremo 21060 fue promulgado el 29 de agosto de 1985. El decreto puso fin a la crisis económica que se produjo los años anteriores. El país volvió a la normalidad económica, se controló la inflación y se reactivó la producción de bienes y servicios. El Gobierno introdujo nueva moneda y puso el gasto público bajo control.

 

El decreto 21060 no fue solamente para superar la crisis, sino que fue el comienzo de una nueva política económica, que comprendió a un conjunto de reformas estructurales que cambiaron el sistema económico de Bolivia. Básicamente, se pasó de un sistema económico en el que el estado era el principal ejecutor de las actividades económicas, a un sistema en que el mercado sea el lugar donde se realizan y se estimulan las actividades económicas. El Estado fue transformado en su organización y sus instituciones. Se dio a los departamentos y municipios una función más preponderante dentro de su administración.

 

Las medidas más importantes del decreto 21060 y de su complementario el 21660 fueron:

 

·         Reducción del déficit fiscal mediante el congelamiento de salarios, aumento del precio de los combustibles y reducción de los gastos del estado. Se racionalizó la burocracia y se estableció para el Gobierno una disciplina para llevar las finanzas públicas y una prudencia para llevar la política monetaria.

·         Reforma del Banco Central, para que sea una institución independiente del poder político. Se prohibió los préstamos que hacía a las empresas públicas y al Ejecutivo.

·         Introducción de una tasa de cambio real y flexible del dólar, mediante la creación del bolsín manejado por el Banco Central.

·         Liberalización total del mercado, donde debería haber libre oferta y demanda y libertad para poner precios (con excepción del transporte público urbano). Se estableció la libre contratación en el mercado laboral.

·         Reforma tributaria: se redujo más de 400 impuestos a siete básicos, entre ellos el IVA. Establecimiento de un arancel único a las importaciones, con excepción de una lista de bienes de capital que estaba sujeta a un arancel menor.

·         Apertura de la economía al mercado internacional. Se estableció la libre importación y exportación de bienes y servicios. Se quitaron las restricciones sobre los movimientos de capitales desde y hacia el país.

 

Durante el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se crearon instituciones y se promulgaron leyes que profundizaron la política económica iniciada por el decreto 21060. El sistema jurídico es esencial para la vigencia de la democracia y el funcionamiento de la economía de mercado. Para fortalecerlo se creó el Tribunal Constitucional, el Consejo de la Judicatura y la Defensoría del Pueblo. Una ley trascendental fue la Ley de Participación Popular, que permitió que los municipios dispongan de recursos y puedan dirigir y administrar su desarrollo.

 

Se reemplazó el sistema de pensiones “de reparto”, que estaba al borde del colapso, por el sistema de ahorro personal, donde los ahorros son administrados por dos administradoras que invierten los fondos en operaciones financieras. Esto ha significado la creación de un capital que sirve para fomentar las inversiones.

 

Se creó el Sistema Nacional de Inversión Pública para establecer un mecanismo de selección de los proyectos de inversión pública. Esto para evitar que los proyectos de inversión pública sean elegidos por razones políticas, intereses creados o el capricho del presidente y no por la contribución que puedan hacer al crecimiento de la economía. Se apartaron de la inversión pública los proyectos del sector productivo, de hidrocarburos y ferrocarriles. El Estado se tenía que avocar a los proyectos sociales y de infraestructura: agua potable, saneamiento básico, educación, salud, carreteras, riego y electrificación rural. Estos proyectos se debían realizar bajo el estricto control que estipula la Ley SAFCO y la elección de las empresas constructoras se tenía que hacer mediante licitaciones. La creación de fondos de desarrollo y de inversión social significó que a lo largo de todo el país se construyeran como nunca sistemas de agua potable, de saneamiento básico, de riego y otros de gran impacto social, en proyectos correctamente auditados.

 

La capitalización de las empresas públicas de hidrocarburos, energía eléctrica, telecomunicaciones y ferrocarriles, convirtió a éstas en empresas rentables y eficientes y produjo el enorme desarrollo que se ha tenido en estos campos. Con las utilidades de la capitalización se creó el bonosol. El fruto de la capitalización lo cosechó después el Gobierno de Evo Morales, gracias a la espectacular subida del precio del gas.

 

II.  Relocalización del decreto supremo 21060

 

El candidato a la presidencia Jaime Paz Zamora prometió “relocalizar al decreto 21060” cuando fuera presidente y cuando ejerció la presidencia no lo hizo, el que lo hizo fue Evo Morales Ayma. Aunque dejó que el mercado tenga libertad, llevó una política económica que pretendía hacer al gobierno el mayor de los empresarios. Para ello convirtió en empresas estatales las empresas capitalizadas de hidrocarburos, comunicaciones y energía, estatizó empresas privadas de minería, de fundición, de electricidad, de agua potable, de administración de aeropuertos y creó empresas industriales.

 

Realizó enormes inversiones en elefantes blancos, como la planta de urea y amoniaco, la planta separadora de líquidos del gas, la planta productora de GNL, industrialización del litio, ingenio azucarero de San Buenaventura, Etc. También creo empresas industriales para competir con las empresas privadas. El propósito era dominar la economía boliviana. Esta política penalizó la libre competencia que tiene que haber en el mercado, puesto que el estado se convirtió en un empresario privilegiado con ventajas respecto a los empresarios privados, además, en un empresario incompetente, que despilfarró los recursos del país y no sufrirá ninguna penalidad pese al fracaso de sus emprendimientos.

 

En contra de la política del 21060 de no malgastar los recursos de las reservas internacionales netas del país que administra el Banco Central, el gobierno de Evo Morales autorizó préstamos del Banco Central (con tasas de interés menores al 1 %) a empresas estatales y al ejecutivo para realizar proyectos de inversión pública. El Banco Central otorgó créditos por 8.412 millones de $US a las Empresas Públicas Nacionales Estratégicas (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos, Empresa Nacional de Electricidad, Yacimientos del Litio Bolivianos y Empresa Azucarera San Buenaventura). Mediante el Fondo para la Revolución Industrial Productiva, el Banco Central concedió créditos a empresas estatales como Quipus, Ecebol, Lacteosbol, Promiel, Emapa, Vinto, Huanuni, Corani, Enatex (quebrada) entre otras. La red de teleféricos de la ciudad de La Paz fue construida con crédito del Banco Central. Montos menores se usaron para apoyar proyectos en cuatro departamentos.

 

Cuando operaba el bolsín del Banco Central se tenía una tasa de cambio real y flexible de la moneda extranjera, particularmente del dólar. El gobierno de Evo Morales no operó el bolsín y mantuvo una tasa fija. El dólar o cualquier moneda extranjera se obtiene de las exportaciones que hace el país, lo que significa que tiene un precio para su economía, que era determinado por el juego de la oferta y la demanda que proporcionaba el bolsín. Ahora que las exportaciones han disminuido en valor y en volumen, el precio tiene que ser mayor que la tasa fija. Un precio bajo del dólar fomenta la importación de bienes que producen países extranjeros, haciendo que se usen más las reservas internacionales netas y de un modo poco eficiente. Por otro lado, una tasa baja del dólar penaliza las exportaciones que puede hacer el país.

 

Dentro de la implementación de la política del 21060 se fijaba el precio de los combustibles (principalmente gasolina y diésel) de acuerdo a los precios que fija el mercado internacional, porque ese es el precio que puede obtener el país si es que los vende en el mercado internacional. El subsidio que tienen actualmente la gasolina y el diésel constituye una carga para la economía y un uso no eficiente de esos bienes. YPFB tiene que usar los ingresos que recibe de la exportación del gas para comprar gasolina y diésel de países extranjeros, entre ellos Chile.

 

En 2006 el presupuesto consolidado de gastos corrientes fue de 26.966 millones de Bs. El gobierno de Evo Morales incremento cada año los gastos corrientes hasta llegar a un presupuesto consolidado de 126.626 millones de Bs el año 2015, los años posteriores los presupuestos fueron del orden de 120.000 millones de Bs. En ese año ya no había bonanza y ya se tenía (por segundo año) un déficit fiscal que fue de 6,9 %. O sea, hubo en promedio un aumento de cinco veces en el gasto corriente. Los ministerios que recibieron más recursos fueron Defensa, Gobierno y Comunicación. Los ministerios de Salud o Educación recibieron cada uno un tercio de lo que recibió Defensa y la mitad de lo que recibió Comunicación. El Ministerio de la Presidencia recibió casi tanto como Educación y Salud. El gobierno gastó 4.000 millones de $US en propaganda a través del Ministerio de Comunicación. Se incorporaron al presupuesto de gastos corrientes los presupuestos de empresas públicas deficitarias.

 

El gobierno de Evo Morales relocalizó la Ley SAFCO, el Sistema de Administración de Bienes y Servicios, el Sistema Nacional de Inversión Pública y la Contraloría. Durante este gobierno, los presupuestos de inversión pública ejecutados crecieron de 629 millones de $US en 2005 a 5.065 millones de $US en 2016 y a partir de ese año estuvieron por encima de los 4.000 millones de $US. Sin los instrumentos de control, los proyectos de inversión pública se eligieron según el arbitrio del presidente y los administradores públicos, sin justificar su elección y la ejecución se realizó con la elección arbitraria de empresas constructoras, sin realizar las licitaciones que mandan las normas. El resultado fue el despilfarro de la bonanza y la enorme deuda externa e interna que han dejado. Ahora el país cuenta con elefantes blancos y proyectos inservibles.

 

Como conclusión de este análisis se puede decir que “Evo Morales y el MAS no tuvieron una pisca de misericordia con la República de Bolivia”. 

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