jueves, 8 de octubre de 2020

ESTADO PLURINACIONAL FALLIDO

 

Un estado fallido es uno que no tiene gobierno o uno que lo tiene, pero que ha perdido el control sobre su territorio o parte de éste, que no puede imponer la ley haciendo el uso legítimo de la fuerza, que no puede interactuar con otros estados y es incapaz de proveer servicios públicos a sus habitantes. En resumen, es un fracaso en el aspecto social, político y económico de su país, habiendo perdido la capacidad de desempeñar funciones básicas de desarrollo y seguridad.

 

Los países que ocupan los 10 primeros puestos en el índice de países fallidos son: Yemen, Somalia, Sudan del Sur, Siria, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Chad, Sudan, Afganistán y Zimbabue. En los países africanos, con excepción de Zimbabue que fue gobernado por un dictador, no existen gobiernos y están dominados por las bandas terroristas. En Yemen y Siria existe una guerra civil y en Afganistán los talibanes dominan en parte del territorio. En estos países los refugiados se cuentan en millones.

 

En el otro extremo están los países más estables y sólidos como Finlandia, Noruega, Suiza, Dinamarca, Islandia, Nueva Zelanda, Suecia, Canadá, Luxemburgo y Australia. Estos países tienen una sólida democracia, rige el principio de autoridad y el estado de derecho y el gobierno provee a los ciudadanos de buenos servicios públicos. No tienen corrupción y sus economías son fuertes. En Latinoamérica, Uruguay y Costa Rica son modelos de estado.

 

Entre estos dos extremos, están países que tienen fallas en su funcionamiento como estado. Tenemos a Corea del Norte que es una potencia nuclear, pero que es incapaz de alimentar a toda su población y de proveer los servicios básicos como electricidad, salud, educación al 60 % de su población. Está también Venezuela, donde cinco millones de venezolanos han tenido que emigrar a otros países para no morirse de hambre. México, que es la segunda economía de Latinoamérica, tiene fallas como estado, porque no puede eliminar el poder que tienen los carteles de la droga e igualmente Colombia, que es la cuarta economía de Latinoamérica, su gobierno no tiene el control de todo su territorio, ya que ciertas regiones están controladas por los guerrilleros y narcotraficantes. Desafortunadamente el Estado Plurinacional de Bolivia está en la categoría de estado fallido, por las muchas fallas que tiene en su funcionamiento como estado, está en el puesto 70 (de 178 países) del índice de países fallidos.

 

El Estado Plurinacional tuvo su origen en la revuelta que se produjo en la ciudad de El Alto en octubre de 2003, que obligó a renunciar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. La revuelta fue protagonizada por los denominados “movimientos sociales” que en la realidad eran movimientos políticos. Los revoltosos paralizaron las actividades en la ciudad de El Alto y realizaron un cerco a la ciudad de La Paz, con el propósito de cortarle el suministro de alimentos y combustible. En las dos ciudades se produjeron asaltos a las propiedades públicas y privadas y bandas atemorizaban a los ciudadanos. En El Alto obligaban a los alteños a participar en los bloqueos. Se tuvo que lamentar más de 60 muertos. Cuando el gobierno organizó el aprovisionamiento de combustible mediante un convoy de camiones cisterna, éste fue atacado y la respuesta ocasionó la mayor cantidad de muertos.

 

El vicepresidente Carlos Mesa asumió la presidencia y decretó la amnistía para los revoltosos, como si se hubiera realizado un movimiento legítimo para sacar a un gobierno ilegal o autoritario. Recordemos que el motivo de la protesta era que no se venda gas a Estados Unidos a través de un puerto chileno. Los comandantes de las Fuerzas Armadas que cumplieron la orden de restablecer el orden y defender al gobierno, como lo manda la Constitución, están presos con una sentencia de 15 años. De esta manera se institucionalizó la movilización y el bloqueo. Los mismos movimientos políticos hicieron renunciar al presidente Carlos Mesa y no permitieron la sucesión de los presidentes de las cámaras de senadores y diputados y asumió la presidencia el presidente de la Corte Suprema de Justicia.

 

Durante los últimos 17 años, los bloqueos y las movilizaciones dominaron la vida política del país. Se hicieron bloqueos por cualquier motivo para pedir la satisfacción a intereses particulares, vulnerando los derechos de otras personas. La policía y las fuerzas armadas perdieron la autoridad que tienen para hacer cumplir las leyes y restaurar el orden. En Cochabamba una centena de personas no deja que la basura se deposite en el relleno sanitario de Kara Kara, este tipo de bloqueo sucedió en La Paz y El Alto. En noviembre de 2019, cuando Evo Morales escapó del país, se produjeron hechos similares a los de octubre de 2003, esta vez en todo el país y hubo muertos. El mismo Evo Morales instruyó el cerco a las ciudades para que no tengan alimentos. En plena pandemia, los bloqueos realizados por el MAS en agosto de 2020, para que se realicen las elecciones antes de la fecha fijada por el Tribunal Electoral, produjeron la muerte de 40 enfermos de Covid 19 por falta de oxígeno.

 

El Estado Plurinacional de Bolivia fue instituido para crear un estado para que gobierne como monarca el presidente Evo Morales. El gobierno del MAS durante los casi 14 años de gobierno dominó los tres poderes del estado: ejecutivo, legislativo y judicial y el Tribunal Electoral. De esta manera impuso un gobierno autoritario, prebendalista y corrupto que clausuró una república que empezaba a consolidarse después de 178 años de existencia y de lucha contra gobiernos dictatoriales u oligargicos, donde hubo tres guerras internacionales y cuando comenzaba a consolidarse el estado, las instituciones, la democracia y el estado de derecho.

 

Como presidente, Evo Morales se creía dueño del país y de sus recursos. Cuando visitaba una institución lo hacía como si él fuera el dueño y disponía de los recursos del país como si fueran suyos. El definió las inversiones que hizo su gobierno en innumerables elefantes blancos y malos proyectos, que hizo desperdiciar al país, de la mejor oportunidad que tuvo en su historia, para lograr el tan esperado progreso económico.

 

Representando los intereses de la región del Chapare, el presidente favoreció el desarrollo del narcotráfico. Esta región se convirtió en un santuario del narcotráfico, nunca se supo de una captura de la policía de una fábrica de drogas, en los hechos la policía no tenía presencia en esa región. Su gobierno aumentó la superficie permitida para el cultivo legal de coca y fomentó el cultivo de la hoja en los parques naturales. El Chapare se convirtió en un centro de abastecimiento de materia prima para Brasil y Argentina, que puso en alerta a los gobiernos de esos países. Se denunció la presencia de los carteles de la droga de México y Brasil. La producción de droga se extendió por todo el país. Un funcionario de alto nivel del gobierno del MAS está preso en Estados Unidos, por el delito de narcotráfico y varios miembros del MAS han sido acusados de traficantes. Según publicaciones de la prensa internacional, había conexiones del gobierno del MAS con el Gobierno de Venezuela, cuyas autoridades principales están acusadas de narcotráfico por la Justicia de Estados Unidos.

 

En el Estado Plurinacional la justicia fue capturada por el gobierno. Mediante sufragio se nombraron jueces que obtuvieron votaciones marginales, pero que se acomodaban a defender los intereses del gobierno. De esta manera el Poder Judicial sirvió para que el presidente y los miembros de su partido manejaran el gobierno y los recursos del país según su antojo y complacencia y para que los delitos que cometían los miembros del gobierno no fueran penalizados y también para perseguir a autoridades de gobiernos anteriores y a opositores al gobierno. En el caso del Fondo Indígena, donde los recursos fueron a parar a cuentas particulares por proyectos fantasmas, la autoridad que denunció el desfalco está aprendido hace cinco años y sujeto a varios juicios. La degradación de la justicia se manifestó en la cantidad de jueces corruptos que fueron encontrados cometiendo delitos contra la ley.

 

Una muestra de cómo fue manipulada la justicia fue el caso del hotel Las Américas, donde tres extranjeros fueron asesinados y otros dos apresados. El presidente Evo Morales denunció a la prensa internacional que se había desbaratado un complot para asesinarlo. Posteriormente el gobierno los acusó, junto a otros ciudadanos cruceños, de montar un grupo armado para organizar un movimiento separatista. El juicio duró nueve años y nunca se presentó una prueba, más bien los hechos y las denuncias en contra, demostraban que el caso fue montado por el gobierno.

 

Con la justicia y el poder político copados, el gobierno de Evo Morales se ocupó de des institucionalizar al país y de convertir a la administración pública en un aparato de corrupción. Anuló los instrumentos que se tenía para controlar y fiscalizar la administración de los recursos del estado como la Ley SAFCO, el Sistema de Administración de Bienes y Servicios, el Sistema Nacional de Inversión Pública y la institución encargada de hacer cumplir las normas de ellos, que es la Contraloría. De esta manera, los proyectos de inversión pública y los gastos del gobierno se hicieron según la voluntad y el deseo de los administradores públicos. La bonanza que tuvo el país en los años del gobierno del MAS fue despilfarrada en gastos inútiles, empresas estatales deficitarias, malos proyectos, elefantes blancos y corrupción.

 

En el Estado Plurinacional fallido se produjeron asaltos a las propiedades agrícolas y mineras. En el Departamento de Santa Cruz muchas propiedades agrícolas fueron ocupadas y en el Occidente cualquier mina podía ser tomada por delincuentes. Esto ocasionó enfrentamientos entre mineros o entre mineros y comunarios, así en Huanuni hubo un enfrentamiento entre mineros y cooperativistas donde hubo una docena de muertos. Ahora la Empresa Minera de Huanuni tiene más de tres mil trabajadores. De manera similar, los loteadores en los centros urbanos ocasionaron graves conflictos a los propietarios legítimos y también hubo enfrentamientos entre loteadores y propietarios, había que defender la propiedad privada con el uso de la fuerza, porque el Estado era incapaz de hacer cumplir la ley.

 

Ante un estado débil el contrabando creció de manera alarmante. En las fronteras con Chile y Perú el gobierno tuvo que emplear a las Fuerzas Armadas para reprimir el contrabando, que se realiza en gran escala y donde están comprometidas poblaciones enteras y también funcionarios y policías. Policías fueron masacrados por los contrabandistas. Otro tanto sucede en las fronteras con Brasil, Paraguay y Argentina En poblaciones del Occidente, se puede comprar vehículos chutos con placas y papeles. En ciudades intermedias, los vehículos circulan con placas ilegales o simplemente sin placas, sin que exista control por las autoridades.

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