viernes, 19 de noviembre de 2021

Plan de desarrollo 2021-2025

 

La Asamblea Legislativa Plurinacional ha aprobado el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 que el Gobierno implementará durante su gestión. El plan “se desprende del Plan General de Desarrollo del Estado Plurinacional de Bolivia” que se ha estado aplicando desde 2016. Veamos cuales han sido los resultados de la aplicación de este plan.

La Administradora Boliviana de Carreteras emprendió un programa de inversión en carreteras, para pavimentar la red fundamental de carreteras en su totalidad, con carreteras de dos y cuatro carriles. Se calculó que se gastarían 4.912 millones de $US, financiados en su mayor parte (88 %) con recursos que provenían de la bonanza, pero el gastó fue de 11.000 millones de $US. El resultado fue que el país sigue teniendo una pésima red de carreteras. Los proyectos se realizaron con muchas irregularidades, como la rescinción de contratos por incumplimiento en la ejecución de las obras contratadas, mala ejecución de las obras, abandono de las empresas, malas prácticas de construcción, avances físicos mínimos frente a desembolsos máximos, discordantes con el avance que tuvo la empresa en la construcción de la carretera. El despilfarro en el sector transportes se extiende a los aeropuertos que no se usan, al ferrocarril Montero – Bulo Bulo que no se ha terminado, al tren metropolitano de Cochabamba y a la red de teleféricos de La Paz y El Alto.

En el sector de los hidrocarburos, el Gobierno de Evo Morales recibió entre 2006 y 2018 un ingreso de más de 53.000 millones de $US por la comercialización del gas, que fueron despilfarrados y que podrían haber sido usados para dar a Bolivia un fuerte impulso en su desarrollo. YPFB tiene tres elefantes blancos: la planta de productos derivados del gas de Gran Chaco, la planta de amoniaco y urea de Bulo Bulo y la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos. La primera trabaja al 20 % de su capacidad y la segunda no tiene posibilidades de funcionar con rentabilidad por factores técnicos, económicos y de mercado, su principal falla es su ubicación, alejada de los mercados internacionales. La tercera empresa tiene deudas y ha tenido grandes pérdidas. 63 % de la energía eléctrica es generada por plantas térmicas. Con el objeto de exportar energía eléctrica a los países vecinos, el Gobierno aumentó la capacidad de generación termoeléctrica, que está ociosa por falta de mercados y que no podrá usarse si es que no tiene suministro de gas.

La minería fue después del gas la segunda fuente de ingreso de divisas. La COMIBOL está operando varias empresas mineras que están trabajando deficitariamente. La empresa de Huanuni ha estado trabajando a perdida, tiene trabajando a 4.000 mineros y tiene un ingenio que no funciona. La fundición de Vinto tiene una deuda de 80 millones de $US y tiene un horno sobredimensionado. Otras empresas que están en mala situación financiera son Colquiri, Coro Coro, Empresa Boliviana del Oro, Karachipampa y Amayapampa. El proyecto de desarrollo del Mutún con la JINDAL fue un fracaso y el Gobierno tiene un arbitraje con esta empresa. La Empresa Siderúrgica del Mutún, que está a cargo del desarrollo del yacimiento del hierro, tiene una deuda de 488 millones de $US, 73 millones de $US al TGN y 415 millones de $US a EXIMBANK. Igualmente Yacimientos del Litio Bolivianos tiene una deuda de 772 millones de $US al Estado. Las dos empresas no han producido hasta ahora ningún beneficio para el país.

Hace once años que está funcionando el ingenio azucarero de San Buenaventura con millonarias pérdidas. En ese tiempo, la empresa privada Aguaí invirtió en un ingenio azucarero en Santa Cruz, que al presente está con una posición sólida en el mercado nacional. Otras empresas públicas como Quipus, Empresa de Textiles Yacana, Empresa Cementos de Bolivia, Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos, Empresa Naviera Boliviana han tenido altas perdidas y otras más trabajan deficitariamente.

El Plan de Desarrollo Económico y Social se compone de una lista de generalidades que se refieren a diez sectores de la economía, donde solo se especifica las metas a las que el plan pretende llegar. No se especifican proyectos concretos, a no ser dos plantas que están en operación, que son la de fertilizantes y la de vidrio plano. En esencia es una lista de propósitos de sustitución de importaciones a través de la instalación de plantas e industrias ficticias. No se dice como se van a alcanzar dichas metas, ignora la dinámica que tiene la economía nacional y también la economía mundial y no considera factores vitales para la ejecución del plan, como el déficit fiscal, la declinación de las reservas del gas y de divisas y el financiamiento del plan.

El plan obliga a las gobernaciones, municipios, empresas públicas, universidades y otras a ejecutar el plan. No señala como estas entidades autónomas van a participar en el plan. Ignora que cada una de ellas tiene sus propios objetivos de desarrollo, relacionados con el incremento de su producto. ¿Qué tendrán que hacer las gobernaciones y los municipios con la supuesta instalación de industrias farmacéuticas y químicas que propone el plan, ignorando que estas ya se tienen en Bolivia? No toma en cuenta a la empresa privada, que tiene mayor capacidad que el gobierno para realizar emprendimientos en el sector productivo. El Gobierno de Evo Morales ha fracasado en los emprendimientos que ha hecho en este sector.

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