martes, 14 de junio de 2022

200 años y sin instituciones

 

Las instituciones tienen una importancia vital en el desarrollo de los países. Mucho del desarrollo de los países más avanzados del mundo se debe a que han podido crear instituciones en todos los campos de su vida social y económica. Las instituciones comprenden a los centros educativos, de investigación, culturales, sociales y sobre todo a las instituciones que tienen que ver con el funcionamiento de la democracia. Los tres poderes de la democracia tienen que funcionar basados en instituciones bien constituidas.

Todos los países que nos rodean han desarrollado instituciones, que les ha permitido desarrollar sus economías. En especial esto ha sucedido con Brasil, Perú y Chile. Brasil, que es la 12ava economía del mundo, tiene un sistema judicial fuerte, universidades de alto nivel y una administración pública profesional. La economía de Chile es 14 veces más grande que la de Bolivia y desde su fundación se ha desarrollado en base a instituciones que ha sabido organizar. La vida política del Perú es quizás más agitada que la de Bolivia, pero su economía (13 veces más grande que la nuestra) sigue su propio curso de desarrollo. Me ha tocado seguir el desarrollo que ha tenido su infraestructura vial durante tres gobiernos dispares, los de Fujimori, Toledo y García, hasta lograr una red vial en buenas condiciones que cubre todo su territorio.

I. El desarrollo de las instituciones en la República

Con excepción de los gobiernos de Andrés de Santa Cruz, José Ballivián y José María Linares, desde 1825 hasta 1880 los gobiernos no se preocuparon del país y de crear instituciones sobre las cuales se desarrolle. El país era un feudo de los caudillos que se disputaban el poder para dominarlo, sin preocuparse de construirlo. La consecuencia fue la pérdida del departamento del Litoral.

Recién después de la derrota en la batalla de Tacna, el país comenzó a organizarse y a edificar sus instituciones. De 1880 a 1920 los gobiernos fueron elegidos mediante elecciones, restringidas a una parte pequeña de la población, pero mejor que el esquema de golpes de estado de los caudillos. En este periodo gobernaron primero los conservadores y luego los liberales. Se desarrollaron los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se construyó la red de ferrocarriles en el altiplano con conexiones a las ciudades de Cochabamba, Sucre y Potosí y se introdujeron otros adelantos que produjo la revolución industrial. Mediante golpe de estado los republicanos tomaron el poder en 1920 y gobernaron hasta 1934.

La guerra del Chaco, que se produjo entre 1931 y 1934, significó la toma de conciencia para un cambio en las estructuras sociales, políticas y económicas del país, que se produjo con la revolución del 9 de abril de 1952. Las principales medidas de la revolución fueron reforma agraria, nacionalización de las minas, voto universal, reforma educativa, creación de la legislación del trabajo y del sistema de seguridad social y la construcción de la red de carreteras. El Movimiento Nacionalista Revolucionario, que fue el conductor de la revolución, gobernó desde 1952 a 1964, cuando Víctor Paz fue derrocado por René Barrientos, dando lugar al periodo de gobiernos militares que se extendió hasta 1982.

En el año 1982 se inició el periodo de gobiernos democráticos que se extendió hasta el año 2003. En este periodo hubo alternatividad de gobiernos y un ejercicio adecuado del sistema democrático, en el cual se podía confrontar el ejercicio del poder. En el gobierno de la UDP se produjo la crisis económica que se generó en el gobierno dictatorial de Banzer y se profundizó con las políticas populistas del gobierno. Durante el gobierno del MNR de Víctor Paz se promulgó el decreto supremo 21060, que puso fin a la crisis económica y estableció una nueva política económica basada en el libre mercado. Se transformó la organización del estado y sus instituciones, dando a los departamentos y municipios una función más preponderante.

En el periodo democrático se promulgó la ley SAFCO y se instituyó una Contraloría independiente para control de los gastos del gobierno. Otra ley importante fue la ley de Participación Popular. Se reemplazó el sistema de pensiones de reparto por el de ahorro personal. Se creó el Sistema Nacional de Inversión Pública, para establecer un mecanismo de selección de los proyectos de inversión pública. Se fortaleció el sistema judicial con la creación del Tribunal Constitucional, el Consejo de la Judicatura y la Defensoría del Pueblo. Hubo en este periodo un esfuerzo por institucionalizar al país.

La falla principal durante la República estuvo en que el funcionamiento de las instituciones se basaba en la política. El poder judicial no era totalmente independiente del ejecutivo, pero administraba justicia y los jueces en su mayoría cumplían su función. Los parlamentos, por encima de realizar su función fiscalizadora y de promulgar leyes, su función principal era la de proveer gobernabilidad al gobierno de turno.

Históricamente se han considerado a las instituciones del gobierno, de las gobernaciones y de los municipios, como fuentes de trabajo para los militantes del partido o de los partidos en función de gobierno. Estas fundamentalmente, deben tener funcionarios de carrera que permanezcan en todos los gobiernos, de manera que se pueda aplicar políticas a largo plazo, diseñadas por profesionales competentes y se pueda tomar buenas decisiones sobre inversión pública.

II. La desinstitucionalización total en el Estado Plurinacional

El Estado Plurinacional tuvo su origen en la revuelta que se produjo en la ciudad de El Alto en octubre de 2003, que obligó a renunciar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Después de los gobiernos interinos de Carlos Mesa Gisbert y Eduardo Rodríguez Veltzé, vinieron tres periodos gubernamentales de Evo Morales Ayma y su partido el Movimiento al Socialismo, en los que se fundó el Estado Plurinacional de Bolivia.

En este periodo que duró casi 14 años, el gobierno se apoderó de los tres poderes del estado: ejecutivo, legislativo y judicial y el Tribunal Electoral. Mediante sufragio se nombraron jueces, sin importar que sean capaces de administrar justicia con idoneidad e imparcialidad. De esta manera el Poder Judicial sirvió para que el presidente y los miembros de su partido manejaran el gobierno y los recursos del país según su antojo, para que los delitos que cometían los miembros del gobierno no fueran penalizados y para perseguir a autoridades de gobiernos anteriores y a opositores al gobierno. La degradación de la justicia se manifestó en la cantidad de jueces corruptos que fueron encontrados cometiendo delitos contra la ley.

Una muestra de cómo fue manipulada la justicia fue el caso del hotel Las Américas, donde tres extranjeros fueron asesinados y otros dos apresados. El presidente Evo Morales denunció a la prensa internacional que se había desbaratado un complot para asesinarlo. Posteriormente el gobierno los acusó, junto a otros ciudadanos cruceños, de montar un grupo armado para organizar un movimiento separatista. El juicio duró diez años y nunca se presentó una prueba, más bien los hechos y las denuncias en contra, demostraban que el caso fue montado por el gobierno. Otro caso es el del Fondo Indígena, donde los recursos fueron a parar a cuentas particulares por proyectos fantasmas, la autoridad que denunció el desfalco está aprendido hace siete años y sujeto a varios juicios.

Con la justicia capturada, el gobierno de Evo Morales se ocupó de des institucionalizar al país y de convertir la administración pública en un aparato de corrupción. Anuló los instrumentos que se tenía para controlar y fiscalizar la administración de los recursos del estado como la Ley SAFCO, el Sistema de Administración de Bienes y Servicios, el Sistema Nacional de Inversión Pública y la institución encargada de hacer cumplir las normas de ellos, que es la Contraloría. De esta manera, los proyectos de inversión pública y los gastos del gobierno se hicieron según la voluntad y el deseo del presidente y de los administradores públicos. La bonanza que tuvo el país en los años del gobierno del MAS fue despilfarrada en gastos inútiles, empresas estatales deficitarias, malos proyectos, elefantes blancos y corrupción.

Gracias a las masivas votaciones que obtuvo el MAS en las elecciones, el gobierno de Evo Morales dominó al Poder Legislativo, el cual no cumplió su función de fiscalizar la gestión gubernamental y de crear leyes que impulsen el desarrollo del país y mejoren la vida de los bolivianos. El apelativo de “levanta manos” representa la función que cumplieron los asambleístas masistas en el parlamento, que fue de ser un instrumento de la gestión del gobierno. Pocos de los parlamentarios oficialistas tenían la formación para ejercer su labor legislativa. Estaban a mucha distancia de los parlamentarios republicanos, entre los que estuvo Franz Tamayo, Augusto Cespedes, Víctor Paz y muchos más.

Para cumplir una función en la administración pública del gobierno de Evo Morales, la única condición era pertenecer al partido del MAS o estar con el “proceso de cambio”, de esta manera se redujo las instituciones gubernamentales administradoras de los negocios públicos, en oficinas para emplear a los partidarios del MAS. Además se incrementó el número de empleados públicos de 200.000 a 530.000. Igualmente esto sucedió con las instituciones descentralizadas del gobierno y con las empresas públicas. Los empleados calificados que habían adquirido experiencia en el manejo de las oficinas estatales, fueron despedidos y reemplazados por personal inexperto.

La “nacionalización” de las empresas capitalizadas y la estatización de empresas privadas, significó convertirlas en empresas ineficientes o deficitarias. En el caso de las empresas petroleras, significó que el país no pueda reponer las reservas de gas. Los 53.000 millones de $US que tuvo YPFB por la comercialización del gas, fueron despilfarrados en elefantes blancos o inversiones improductivas. Para resolver un conflicto entre mineros y cooperativistas, la empresa de Huanuni emplea 4.000 mineros, cuando puede operar con 800. Las empresas de la COMIBOL son deficitarias y tienen grandes pérdidas. El proyecto de desarrollo del Mutún está yendo a ser un fracaso. En el desarrollo del litio ya se han gastado más de 700 millones de $US y no se ha logrado un resultado significativo. Las empresas públicas productivas que ha creado el gobierno, todas son deficitarias y han tenido grandes pérdidas.

El gobierno del presidente Luis Arce Catacora continúa con la desinstitucionalización del país. La justicia sigue siendo usada por el gobierno para perseguir a los opositores. La expresidenta Jeanine Añez y miembros de su gobierno han sido apresados o tienen orden de captura. La administración pública y las empresas estatales siguen en poder de los partidarios del MAS. Continúa el modelo económico despilfarrador que está desangrando la economía del país. En conclusión, el Estado Plurinacional ha significado para Bolivia la desinstitucionalización total del país.

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