domingo, 16 de octubre de 2022

El presupuesto, la reactivación y el crecimiento

 

El Presupuesto General del Estado (PGE) es el instrumento de política económica que tiene el país para impulsar la economía nacional, el cual es manejado por el Gobierno, quien tiene la responsabilidad de usar eficientemente los recursos que tiene el país y que han sido confiados a su gestión. El presupuesto de 2021 fue preparado por el Gobierno Transitorio en 2020 y el presupuesto para el presente año fue elaborado por el gobierno del presidente Luis Arce Catacora en 2021 y está en proceso de elaboración el presupuesto para la gestión 2023. El presupuesto se divide en dos partes: funcionamiento e inversión pública. El presupuesto de funcionamiento consolidado 2022 llega a 235.090 millones de bolivianos (34.270 millones de $US) está destinado en un 53,8 % para el funcionamiento de las instituciones del Gobierno, el 31,6 % para las empresas públicas y el 14,6 % para instituciones financieras, de seguridad social, universidades públicas, entidades descentralizadas y administración departamental. Como se ve es fuertemente centralista. El Gobierno ha presentado un proyecto de ley para modificar este presupuesto, que contempla un préstamo de 3.000 millones de bolivianos del Banco Central de Bolivia (BCB) al Tesoro General de la Nación (TGN) y ajustes al impuesto al consumo específico a las bebidas. El presupuesto de inversión pública llega a los 5.015 millones de $US.

Durante el gobierno del MAS (a partir de 2006) los gastos de funcionamiento fueron aumentados en cinco veces y el número de empleados públicos en 2,6 veces. La bonanza de que disfrutó este gobierno duró hasta el año 2014. A partir de este año se empezó a tener déficit fiscal, que se ha mantenido hasta el presente año. En el gobierno del presidente Luis Arce no se ha bajado los gastos de funcionamiento. Se sigue en el mismo tren de gasto, sin entrar en un esquema de austeridad, que requiere las circunstancias actuales, en que han disminuido notablemente los ingresos del Gobierno. Los gastos en propaganda para el Gobierno siguen consumiendo excesivos recursos del PGE, los gastos en el avión presidencial siguen como en la época del presidente Evo Morales y en general el Gobierno no se mide en los gastos de funcionamiento.

El gasto en sueldos, salarios y beneficios sociales fueron presupuestados en 51.504 millones de bolivianos (7.508 millones de $US) los cuales fueron incrementados en el PGE modificado. Este gasto es para pagar a todos los servidores públicos, que incluye a los trabajadores de la salud y la educación, jueces, parlamentarios, policías, militares, a los empleados públicos y a los de las empresas públicas. Los ingresos corrientes fueron presupuestados en 50.470 millones de bolivianos (7.357 millones de $US) que servirían para cubrir el gasto en sueldos. La administración pública del Gobierno está compuesta en su mayor parte por funcionarios que han sido contratados por su afinidad con el MAS. Dicha administración no es factor para la reactivación y el crecimiento y es una afrenta para el 85 % de la población económicamente activa que tiene que subsistir con empleos precarios, que apenas les permite no morirse de hambre. Una generación de jóvenes profesionales ha emigrado a países extranjeros para tener un empleo de acuerdo a sus capacidades y muchos otros no pueden conseguir en el país empleos en sus profesiones.

Las empresas públicas toman en segundo lugar los recursos del presupuesto. La más importante es (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) YPFB. Sus ingresos han bajado notablemente y prácticamente se ha convertido en una empresa importadora de gasolina y diésel, ya que tiene que emplear lo que recibe por la exportación de gas, en comprar del mercado internacional estos combustibles y venderlos en el país con precios subsidiados. Tiene exceso de personal y paga sueldos a dirigentes sindicales declarados en comisión, que no trabajan y se dedican a actividades políticas de apoyo al Gobierno. Pero lo que hace que YPFB ya no sea una empresa que contribuya al crecimiento de la economía, es que no está pudiendo reponer las reservas de gas. Tiene tres empresas subsidiarias: la planta de amoniaco y urea de Bulo Bulo, la planta de productos derivados de gas de Gran Chaco y la planta separadora de Río Grande.

La planta de amoniaco y urea fue inaugurada en septiembre de 2017, en 2018 y 2019 tuvo varias paralizaciones, exportó urea por 146 millones de $US y tuvo pérdidas por 56 millones de $US (2018). Fue operada por Samsung a un costo de 88,8 millones de $US anuales. Fue paralizada en noviembre de 2019 y reactivada en octubre de 2021. La empresa se hizo cargo de la operación, con la contratación de expertos internacionales, el costo anual de operación y mantenimiento se bajó a 44,3 millones de $US. Según declaraciones del presidente de YPFB, de octubre de 2021 a junio de 2022 se vendió urea por 220 millones de $US, 60 millones de $US en el mercado interno y 160 millones de $US en mercados de la región. Ello ha sido posible porque el precio de la urea está elevado por la guerra en Ucrania. Con los altibajos y periódicas paralizaciones que ha tenido la empresa en los cinco años que está operando, está en duda la contribución que pueda hacer al crecimiento de la economía nacional, amén de que nunca pagará la deuda que ha contraído para la construcción de la planta (863 millones de $US) y que ha ocasionado la fallida construcción del ferrocarril Montero – Bulo Bulo, donde el país perdió 267 millones de $US. La producción de urea se hace con gas subsidiado, que se podrá mantener hasta cuando YPFB pueda proveerle de gas.

La Planta de Gran Chaco puede producir GLP, GNL, gasolina natural, etano e isopentano, solamente produce los dos primeros productos. Para sacar el GLP se necesitan cisternas o camiones con garrafas, lo que significa un costo de transporte muy elevado. Para el GNL se necesitan cisternas criogénicas e instalaciones de regasificación en las terminales de recepción. La planta trabaja al 23 % de su capacidad en el caso del GLP y en el de GNL al 4 %. La planta separadora de Río Grande trabaja al 50 % de su capacidad.

La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) tiene centrales termoeléctricas en Entre Ríos del trópico de Cochabamba, Warnes y Yacuiba, que fueron habilitadas para generar 1.480 MW de energía eléctrica, con el objeto de aumentar la oferta de energía eléctrica y destinarla a la exportación. De esta manera, el país tiene un excedente de generación de energía eléctrica que no ha podido ser vendido en los países vecinos. Son tres centrales que no contribuirán a la reactivación y el crecimiento de la economía. La otra empresa nacionalizada, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) ha perdido el protagonismo que tenía en las telecomunicaciones y se dice que es “la caja chica del MAS”.

La COMIBOL es una corporación que agrupa a varias empresas mineras, su incidencia en el total del valor de exportación no llega al 10 %. Según un informe que se hizo en 2019 antes de la renuncia del presidente Evo Morales, sus empresas enfrentaban serios problemas financieros. La empresa de Huanuni estaba trabajando a perdida, tenía trabajando a 4.000 mineros. Otros problemas que tenía es que no podía controlar el robo de mineral y tiene un ingenio que no funciona. La fundición de Vinto tenía una deuda de 80 millones de $US y tiene un horno sobredimensionado. Otras empresas que estaban en crítica situación financiera eran Colquiri, Coro Coro, Empresa Boliviana del Oro, Karachipampa y Amayapampa. COMIBOL juega un papel secundario en la producción minera, por lo que su contribución a la reactivación y al crecimiento no es significativa.

En un diagnóstico que hizo, de 63 empresas públicas, la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OTFEP) en 2019 (durante la gestión del presidente Evo Morales) se identificaron 15 problemas, que eran la causa de su bajo rendimiento. Según esta oficina, hasta 2019 nueve empresas públicas acumularon una pérdida de 69 millones de $US. Estas fueron Empresa Azucarera San Buenaventura, Empresa Estatal de Textiles Yacana, Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos, Empresa Pública Quipus, Empresa Siderúrgica del Mutún, Empresa Productiva Cementos de Bolivia, Yacimientos del Litio Bolivianos, Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos y Empresa Naviera Boliviana. Según otra investigación, las empresas públicas Emapa, Mi Teleférico, Quipus, ABE, Easba, Boltur, Cartonbol, Empresa Mutún, EBA y Yacimientos del Litio, desde su creación hasta el año 2021, reportaron pérdidas por un monto de 3.823 millones de bolivianos (557,4 millones de $US).

La Empresa Siderúrgica del Mutún, que está a cargo del desarrollo del yacimiento del hierro, tiene una deuda de 488 millones de $US, 73 millones de $US al TGN y 415 millones de $US a EXIMBANK y ha reportado una pérdida operativa acumulada de 8,3 millones de $US hasta 2019. Igualmente Yacimientos del Litio Bolivianos tiene una deuda de 772 millones de $US y ha tenido pérdidas por 35,2 millones de $US durante su funcionamiento. Las dos empresas no han producido hasta ahora ningún beneficio para el país. Desde 2017, Bolivia ya tiene industria siderúrgica gracias a un emprendimiento privado.

Hace doce años que está funcionando el ingenio azucarero de San Buenaventura (EASBA) con millonarias pérdidas (56,5 millones de $US). En el tiempo que fue construido, la empresa privada Aguaí construyó un ingenio azucarero en Santa Cruz, que al presente está con una posición sólida en el mercado nacional.

La empresa Mi Teleférico opera 10 líneas de teleférico construidas en las ciudades de La Paz y El Alto. Se inauguró en 2014 con las líneas roja, amarilla y verde y se terminó de construir en 2018 con la línea morada. Hasta el año 2021, ha operado acumulando una pérdida por 199 millones de $US. La red de teleféricos atiende solo al 9 % de la demanda de pasajeros que tienen las dos ciudades, el 91 % restante tiene que usar el pésimo sistema de transporte público que tienen las dos ciudades. Solamente las líneas que conectan a La Paz con El Alto tienen un apreciable flujo de pasajeros, las demás apenas se usan. En algún momento tiene que reemplazar los cables y el equipo electromecánico.

La inversión pública contribuye al crecimiento de la economía solamente si es rentable, o sea que produce beneficios por encima de sus costos de inversión, mantenimiento y operación. Cuando un empresario privado hace una inversión, asume el riesgo de que su inversión no produzca los beneficios esperados de ella. En el caso de la inversión pública, los que deciden la realización de la inversión no asumen la responsabilidad de los resultados que pueda tener, aunque de acuerdo a la ley SAFCO deberían asumirla. Por eso existe el Sistema Nacional de Inversión Pública, para que los proyectos que presenten las instituciones sean revisados, para comprobar que harán una contribución positiva a la economía. Pero los dos gobiernos del MAS han archivado este sistema, lo mismo que han archivado el Sistema de Administración de Bienes y Servicios, que hay para controlar la correcta ejecución de los proyectos.

El Presupuesto de Inversión Pública de la gestión 2022 tiene programados 5.016 millones de $US, para el área productiva 2.129 millones de $US (42 %), para infraestructura 1.498 millones de $US (30 %), para el área social 862 millones de $US (17 %) y para proyectos multisectoriales 527 millones de $US (11 %). En agosto pasado, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural anunció una inversión de 2.076 millones de Bs. (303 millones de $US) para la realización de 20 proyectos de industrialización, entre los cuales están plantas de almacenamiento de Emapa en Pailón, de bio insumos en Pampa Grande y de transformación de subproductos de soya en San Julián. Esta inversión es una muy pequeña parte del monto programado para el área productiva. Dada la baja o casi nula capacidad del Gobierno para hacer inversiones en el sector productivo, que produzcan beneficios para la economía, se puede presumir que las inversiones en el área productiva no contribuirán a la reactivación y crecimiento de la economía. Resulta difícil identificar las inversiones que hace el Gobierno en el área social y en los proyectos multi sectoriales, por lo que en este artículo no se hará un comentario sobre éstas.

En el área de infraestructura se tiene 11 proyectos de carreteras de doble vía. Ellas son: El Alto – Viacha, Huarina – Tiquina, la doble vía en El Sillar, Montero – Yapacaní, Ivirgarzama – Puente Mariposas, Puente Mariposas – Puente Chimoré, Puente Chimoré – Villa Tunari, Confital – Bombeo, Yacuiba – Campo Pajoso (fase I), Santa Cruz – Warnes y Sucre – Yamparáez. La doble vía Huarina – Tíquina comenzó a construirse hace muchos años y nunca se termina. La doble vía en El Sillar se construye en una zona de terreno de inestabilidad crónica de la carretera Cochabamba – Villa Tunari, a un costo muy elevado. Cuatro dobles vías se construyen en la carretera Montero – Villa Tunari, una en la carretera Oruro – Cochabamba y otra en la carretera Yacuiba – Santa Cruz. Las dobles vías El Alto – Viacha y Santa Cruz – Warnes son vías urbanas. La doble vía Sucre – Yamparáez está en etapa de adjudicación y está envuelta en un escándalo de corrupción.

Una carretera de dos vías con dos carriles de ida y dos carriles de vuelta se justifica cuando el tráfico que circula por la carretera crece hasta alcanzar volúmenes que sobrepasan la capacidad de la misma, produciéndose congestión, esto sucede cuando la carretera ha alcanzado por ejemplo un tráfico de 40.000 vehículos por día. Con este criterio no se justifica la construcción de las dobles vías. La doble vía de 30 Km que se construye en la zona de El Sillar tendrá un costo de 426,1 millones de $US, o sea a un costo de construcción por Km de 14,2 millones de $US, una inversión excesiva para una corta longitud de carretera, en una zona que, de acuerdo a la experiencia que se tiene en el país, seguirá ocasionando problemas a la nueva carretera. Es una inversión a fondo perdido, que no hará crecer a la economía.

La inversión pública que se destina a las carreteras no tendrá ningún impacto en la reactivación y crecimiento de la economía. La inversión se concentra en una pequeña longitud de la red fundamental, en proyectos de dobles vías que no se justifican económicamente. Actualmente la economía enfrenta el hecho de que el mantenimiento de las carreteras está en un completo descuido, lo que aumenta el costo de operación de los vehículos que circulan por ellas. Muchos kilómetros de la red fundamental están en pésimas condiciones y un territorio extenso del norte del país no tiene vinculación carretera con transitabilidad permanente, es allí donde debía llegar la inversión pública y también a los caminos de las redes departamental y municipal, actualmente llega muy poco a la red departamental y a cuenta gotas a la red municipal.

El presupuesto de funcionamiento de más de 34.000 millones de $US (80 % del PIB) es para el beneficio y sostenimiento del partido de gobierno y para dar empleo a sus miembros o afines. Los gastos del Ejecutivo siguen siendo excesivos, siendo que hace ocho años se terminó la bonanza. La administración pública no tiene funcionarios especializados, para trabajar en ella el único requisito es tener afinidad con el partido. El país necesita para su desarrollo de una administración pública especializada.

Los parlamentarios del MAS están en el Legislativo para cuidar los intereses del partido y no para velar por los intereses del país. Los jueces no actúan con independencia, porque son elegidos para atender los requerimientos del partido, para eliminar toda oposición y cubrir los actos de corrupción de sus miembros. Una justicia corrupta y supeditada a los intereses del partido de gobierno, se constituye en un obstáculo para el crecimiento de la economía. El presupuesto de funcionamiento que se destina a los tres poderes del Estado, contribuye muy poco o no contribuye a la reactivación y crecimiento de la economía.

YPFB, la mayor empresa que tiene el país y que ha hecho posible que reciba ingentes recursos, está en camino de convertirse en una empresa de tercera categoría. Sigue en los tres primeros puestos de las exportaciones, pero tiene cada vez menos gas para exportar y tiene que importar cada vez más combustibles. La exportación de minerales está liderizada por las empresas internacionales, seguida por las cooperativas y en tercer lugar por la COMIBOL, en la que su participación no llega al 10 % del total exportado.

En este artículo no se ha mencionado a muchas otras empresas públicas, que no producen ningún beneficio para el país. Pero éstas, por lo que se ha expuesto, no son un factor para la reactivación y crecimiento de la economía. Solamente consumen recursos, que podrían ser asignados a otras actividades, que realmente produzcan beneficios para el país.

La inversión pública sigue el mismo patrón de asignación de recursos al despilfarro, a elefantes blancos e inversiones improductivas, que consumieron los ingentes recursos que recibió el país por la exportación de gas, minerales y otros productos.

El mundo quechua

 

Se afirma que las etnias que habitan Bolivia y tienen mayor cantidad de miembros son la quechua y la aimara. Los aimaras habitan la región del Altiplano y se identifican por el idioma aimara que hablan. Pero esto no sucede con los quechuas. La etnia quechua o quichua es una etnia procedente de la República del Perú. Su presencia en Bolivia comienza con la conquista de los incas, de los pueblos que habitaban el Altiplano y los Valles. Esta región estaba habitada por diferentes pueblos y se hablaban diferentes idiomas.

En el primer milenio antes de Cristo aparece en el Altiplano la cultura Tiwanaku y en el primer milenio de la era cristiana se convierte en un imperio. Los habitantes de Tiwanaku hablaban puquina. Hacia el siglo XI desaparece. En el siglo XII aparecen los aimaras que vienen de Coquimbo (Chile) y de Tucumán (Argentina). Con ellos se constituyen varios señoríos collas, que logran constituirse en un reino que abarcaba a una extensa región desde los límites del reino de los incas hasta la región de los Chichas. El inca Pachacuti conquista el Collao, venciendo al rey colla Chuchi Capac, pero después su hijo Tupac Inca Yupanqui y nieto Huayna Capac tuvieron que afrontar continuas rebeliones de los pueblos del Collao. Los incas no lograron desarraigar a los pueblos collas que hablaban aimara e imponer su idioma y estos subsisten hasta el día de hoy. Según algunos historiadores, los incas tienen su origen en Tiwanaku, que por alguna razón sus habitantes tuvieron que emigrar al valle del Cuzco.

El dominio de los incas sobre el Collao duró menos de un siglo, periodo en el cual se puede haber trasladado alguna población quechua al Collasuyo, pero ello no explica la presencia quechua en Bolivia, la cual se hace recién efectiva con la conquista española. Después de que Francisco Pizarro ajusticiara al inca Atahualpa, tomó el dominio del Imperio Incaico y convirtió a Cuzco en la base de partida para ocupar los territorios del Imperio Inca.

Se casó con una princesa inca y lo mismo hicieron varios de sus compañeros. Respetó la estructura jerárquica inca y la fundación de ciudades en lo que es hoy día Bolivia, Argentina y Chile se hizo con expediciones compuestas por españoles (en su mayoría hombres) y quechuas, lo que produjo un mestizaje de españoles y quechuas y también de los indígenas de los territorios ocupados. El quechua se convierte en el primer idioma oficial en los territorios ocupados y se impone incluso a otras etnias. Así se ocupó el territorio de lo que es hoy Bolivia, de lo que es el norte argentino hasta la provincia de Mendoza y de lo que es Chile. En su novela “Inés del alma mía” Isabel Allende relata la conquista de Chile y la fundación de Santiago por Pedro de Valdivia, en la que está la presencia de quechuas, incluso de una princesa inca.

Así nace el mundo quechua que abarca a cuatro países, Perú, Chile, Bolivia y Argentina. En Bolivia el mundo quechua está presente en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, Tarija y Santa Cruz. En los tres primeros todavía el quechua es hablado junto con el castellano. El presidente René Barrientos Ortuño hablaba el quechua fluidamente, como se hace en muchas de las familias de estos departamentos, lo que lastimosamente se va perdiendo, en lo que respecta al quechua. El bilingüismo se practica en la República del Paraguay, que tiene como lenguas oficiales al guaraní y al español. El primero se habla en la intimidad del hogar. En Tarija, Santa Cruz y las provincias Cinti de Chuquisaca y Chichas de Potosí se ha perdido el quechua, pero quedan muchas palabras de ese origen y nombres quechuas de lugares y ciudades. En los valles mesotérmicos del departamento de Santa Cruz se nota claramente la presencia quechua.

En la Argentina la presencia quechua se encuentra sobre todo en el norte. La independencia de la Argentina fue redactada en castellano y quechua. En Salta se masca coca y según la zamba que dice “esas (zambas) que mi abuelo en quichua cantaba” en el pasado se hablaba quechua. Una provincia argentina tiene nombre quechua.

En el mundo quechua se baila la cueca y sus variantes como la zamba y la chacarera. En el Perú se le llama marinera. En sus bailes está presente el zapateo. En los bailes grupales están el carnavalito o huayño. Los instrumentos folklóricos que se tocan son la guitarra, charango, violín, bombo, tambor y quena. Tiene su propia gastronomía, fusión de la comida española y americana. Un lugar importante en ella lo ocupa la empanada, con toda clase de rellenos. Están presentes picantes, sopas, asados, humintas y también los embutidos de cerdo como los chorizos, morcillas, queso de cuchi, enrollado y productos de la leche como el dulce y los quesos. Se toma chicha, vino y el destilado de la uva, que en Perú y Chile se llama pisco y en Bolivia singani.

En el mundo quechua se ha generado un profundo respeto por los incas. Siempre se ha considerado a Francisco Pizarro como un villano y a Atahualpa como un héroe o como un mártir. En el himno al mariscal Sucre, a éste se lo califica como “vengador de los incas”. A los caminos peatonales de la colonia y la república se los llama “caminos del inca”. Restos arqueológicos de culturas que no son incaicas se les atribuye a los incas, como Samaipata o la Horca del Inca en Copacabana.

martes, 14 de junio de 2022

Corredores bioceánicos

 

Ante la noticia de un corredor bioceánico carretero que uniría los océanos Pacífico y Atlántico a través de Chile, Argentina, Paraguay y Brasil, excluyendo a Bolivia, ha encendido la alarma de que esa exclusión significaría para el país una pérdida de oportunidad de desarrollo y de ser el “eje económico Pacífico – Atlántico”.

No se toma en cuenta de que ya existe, desde hace más de una década, un corredor bioceánico carretero que pasa por Bolivia, que une el puerto de Santos en Brasil con el puerto de Arica en Chile o con Matarani en Perú, a través de la carretera pavimentada que une a Puerto Suárez en la frontera con Brasil con Santa Cruz, Cochabamba y Tambo Quemado en la frontera con Chile o Desaguadero en la frontera con Perú.

Sencillamente no ha pasado nada. No se produjo el flujo de camiones esperado llevando carga de exportación brasileña de estados brasileños limítrofes con Bolivia a los puertos del Pacífico, para ser llevada por mar a mercados del Asia. Esto en el supuesto de que se tendrían menores costos de transporte, en comparación con los costos de transportar esa carga por barcos marítimos, que tienen que hacer un largo recorrido por el canal de Panamá o por el estrecho de Magallanes.

Desde hace muchos años, las exportaciones de soya y sus productos que se producen en el departamento de Santa Cruz, se llevan a Colombia por el largo recorrido de navegar por el río Paraguay – Paraná para llevarlas a puertos de su desembocadura, donde se trasladan a barcos marítimos que las llevan a su destino final. No son transportadas por carretera al puerto de Arica y de allí por mar hasta Colombia, donde se tendrían menores distancias de transporte.

Esto sucede porque los costos de transporte por carretera son mucho más altos que los costos de transporte por río y mar. El transporte acuático es el modo de transporte más barato que existe, esto principalmente por las economías de escala que tiene. No existe ningún ahorro en costos de transporte, llevando las mercancías del este de Bolivia y el oeste del Brasil a puertos del Pacífico, para evitar el largo recorrido que hacen los barcos yendo ya sea por el canal de Panamá o por el estrecho de Magallanes.

Otro aspecto que hay que considerar son las tarifas marítimas. Por la naturaleza de la industria del transporte marítimo, éstas difieren poco para los embarques que se hacen, por ejemplo, desde el Lejano Oriente hasta puertos de América del Sur. Las tarifas pueden diferir muy poco para carga que se transporta desde el Japón hasta Arica en el Pacífico o hasta Santos en el Atlántico. Incluso puede resultar más barato por Santos. Hay que considerar también que para el Brasil su principal mercado es Europa, a donde se dirigen mayormente sus exportaciones.

Evo Morales, durante su gobierno, propuso implementar un corredor bioceánico ferroviario que una el puerto brasileño de Santos con el puerto peruano de Ilo, pasando por territorio boliviano. El costo estimado de completar los enlaces ferroviarios en Bolivia era de más de 10.000 millones de $US. Los costos por transporte acuático (fluvial y marítimo) son mucho menores que los costos por transporte ferroviario, por eso es que la soya y sus productos son exportados por el río Paraguay – Paraná y no son transportadas por ferrocarril hasta el puerto de Santos.

La implementación de corredores bioceánicos ha dominado la política de transportes del país de los últimos 40 años, siendo que no tiene ningún fundamento ni técnico ni económico. Más importante es disponer de un sistema de transportes que apoye el desarrollo de la economía. Uno de los principales escollos para este fin, es la pésima red de carreteras que se tiene, donde se han desperdiciado 11.000 millones de $US en malos proyectos, se ha descuidado el mantenimiento y se ha desatendido a las carreteras de las redes departamental y municipal.

Los bloqueos en las carreteras, que se han institucionalizado en el país, penalizan al comercio internacional ocasionándole pérdidas económicas y sobre todo ocasionan daños a la economía nacional. No tiene ningún efecto en el transporte regional. Las relaciones comerciales entre los países sudamericanos están establecidas a través de los modos de transporte de que disponen entre ellas y en especial del transporte marítimo. Bolivia juega un papel marginal en ellas. A Bolivia le interesa más tener sus conexiones internacionales expeditas con los países vecinos, para beneficio de su propia economía.

La Revolución Nacional y el desarrollo

 

I. Bolivia antes de la revolución nacional

Desde su fundación en 1825 hasta 1880, Bolivia fue gobernada por caudillos que se disputaban el poder para dominarlo, sin preocuparse de su desarrollo, ni siquiera de organizar al país y crear instituciones. Las excepciones han sido Andrés de Santa Cruz, José Ballivián y José María Linares. Los gobiernos se preocuparon muy poco del departamento del Litoral, que fue ocupado por empresas y habitantes de Chile. Solamente Aniceto Arce se preocupó de que el país tenga presencia en su territorio marítimo, se propuso construir un ferrocarril que le uniera al resto del país. El ferrocarril fue construido después que se perdió el territorio. El gobierno de Hilarión Daza imprudentemente le dio el pretexto a Chile, con el impuesto de 10 centavos, para ocupar violentamente el departamento del Litoral. Bolivia no estaba preparada para defender su territorio marítimo, hubiera sido mejor dejar que Arce construyese el ferrocarril y empezar a sentar soberanía en el Litoral.

La guerra encontró a Bolivia sin fuerzas armadas y con una economía incipiente basada en la minería, que operaba según los métodos que se usaban en la colonia. Todavía no habían llegado al país los adelantos que se habían producido con la revolución industrial. La agricultura y la industria se encontraban sin desarrollarse. El país carecía de medios de comunicación.

Un esfuerzo de progreso fue realizado por Aniceto Arce con la organización de la empresa minera Huanchaca, que él levantó desde una empresa minera deficitaria hasta convertirla en una pujante empresa internacional, inicialmente yéndose a trabajar a la mina, introduciendo maquinaria, mejores métodos de explotación, contratando técnicos calificados (que necesariamente tenían que ser extranjeros) consiguiendo capitales de inversión e introduciendo una administración eficiente. La agricultura y la industria todavía no comenzaban a surgir. La tierra pertenecían a las comunidades indígenas y a los propietarios de la clase criolla. La producción agrícola a lo máximo era para la subsistencia y para abastecer a las ciudades y a las minas. Aniceto Arce construyó el ferrocarril para unir al Litoral perdido con el territorio nacional, sin que le cueste un centavo al Gobierno Nacional. La línea de ferrocarril llegó hasta Huanchaca y Oruro. Durante su Gobierno se construyeron caminos, telégrafo y otras obras de infraestructura que no tenía el país. Se le considera como el “artífice de la introducción de la revolución industrial en Bolivia”.

Recién después de la derrota en la batalla de Tacna, el país comenzó a edificarse. De 1880 a 1920 los gobiernos fueron elegidos mediante elecciones, restringidas a una parte pequeña de la población, pero mejor que el esquema de golpes de estado de los caudillos. En este periodo gobernaron primero los conservadores y luego los liberales. Se desarrollaron los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se construyó la red de ferrocarriles en el altiplano con conexiones a las ciudades de Cochabamba, Sucre y Potosí y se introdujeron otros adelantos que produjo la revolución industrial.

En el norte, en el territorio del Acre se produjo un nuevo intento de ocupación que fue controlado pero que para evitar una confrontación con Brasil se tuvo que ceder territorio, para conservar el que tiene el departamento de Pando, donde Nicolás Suárez instaló una empresa explotadora de goma, que junto con la plata fue otro producto de exportación y de ingresos para la economía boliviana.

Cuando la plata perdió su importancia como producto de exportación, fue reemplazado por el estaño. También el poder político se trasladó de Sucre a La Paz. Surgió Llallagua, como centro de gravedad de la actividad minera, en reemplazo de Huanchaca. En esta montaña surgieron tres empresas, una de ellas la empresa de Simón I. Patiño, quien desde una sociedad con un propietario de una mina que no rendía, edificó una empresa de alcance internacional. Patiño comenzó yendo a trabajar a la mina, seguido de su esposa y con una administración eficiente, maquinaria adecuada y métodos modernos de explotación, logró convertir a esa pequeña mina en una de gran rentabilidad, gracias también al mineral de estaño de alta ley que contenía. Para reducir los costos de transporte, Patiño hizo construir un ferrocarril desde Uncía hasta Machacamarca, para unirse a la red nacional de ferrocarriles.

Mediante golpe de estado los republicanos tomaron el poder en 1920 y gobernaron hasta 1934, cuando el presidente Salamanca fue derrocado en Villamontes, por los militares que conducían la guerra. La guerra del Chaco, que se produjo entre 1931 y 1934, significó un enorme esfuerzo que hizo el país, para combatir en una región inhóspita y alejada de sus centros de población. De 1934 a 1952 el país fue gobernado por los militares que fueron parte de los mandos de la guerra y por un gobierno civil, hasta que se produjo la revolución nacional, cuando el presidente Urriolagoitia desconoció la victoria del Movimiento Nacionalista Revolucionario en las elecciones de 1951 y entregó el gobierno a un militar.

II La rosca y el super estado

Todos los países vecinos, desde su fundación hasta mediados del siglo XX, estaban gobernados por oligarquías que eran productivas, de las que salían los gobiernos, pero la que gobernaba Bolivia era parasitaria en su mayor parte. Los miembros de esta oligarquía acaparaban la propiedad de la tierra y no se ocupaban de hacer de sus propiedades unidades productivas. Se ocupaban, en su mayor parte, solamente de usufructuar de la venta de los productos que obtenían del cultivo de sus tierras. Ni siquiera cubrían el costo de la mano de obra que empleaban para la producción agrícola.

Después del despojo de las tierras de las comunidades indígenas, estas pasaron a la propiedad de terratenientes, que eran trabajadas por los campesinos que habitaban sus propiedades, en el Altiplano por los indígenas aimaras y en los valles y llanos por los campesinos mestizos, de habla quechua en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca y parte de Potosí. Ellos no recibían pago por el trabajo que prestaban, en cambio recibían un pedazo de terreno para su propia subsistencia. Además tenían la obligación de llevar la producción agrícola a la casa del dueño en la ciudad y realizar trabajos en ella.

Después de los caudillos, los presidentes, con excepción de Pacheco y Arce, salieron de la oligarquía terrateniente, que los revolucionarios de abril de 1952 llamarón “rosca”. En las ciudades estaban los comerciantes y los artesanos. Había empleados de los ferrocarriles y de otros rubros como la imprenta. En los últimos 20 años se desarrolló una industria ligera.

Antes de 1952 Bolivia era un país eminentemente minero, su economía dependía de la minería, y en cierto periodo de la goma, que tuvo su incidencia a comienzos del siglo XX. Primero fue el ciclo de la plata que tuvo su auge con Aniceto Arce, que organizó una empresa prospera y construyó el ferrocarril para la exportación de los minerales por el océano Pacífico. Significó para Bolivia un impulso importante para su desarrollo. Su mayor contribución, fue introducir los adelantos que trajo la revolución industrial. Arce también trató de impulsar la agricultura y la industria. Si bien no terminó pobre, gastó su fortuna para impulsar el desarrollo de Bolivia.

Después de la plata vino el ciclo del estaño. En éste, había en el país las tres minerías: grande, mediana y chica. La minería grande estaba representada por Patiño, Hoschild y Aramayo. El más grande de los tres era Patiño. De ser un empleado de una empresa rescatadora de minerales, con trabajo duro convirtió a una mina de estaño no rentable, en una empresa minera de alcance internacional, no pertenecía a la clase social de la rosca. Hoschild era un inmigrante y Aramayo pertenecía a una antigua familia minera. A los tres, especialmente a Patiño, se les atribuyó el constituir un superestado y junto con la rosca o como parte de ella, de oprimir al pueblo boliviano e impedir que Bolivia se desarrolle. Se decía que los mineros trabajaban en sus minas en condiciones penosas y la mayor parte del beneficio que obtenían de la explotación minera era para su propio lucro, dejando muy poco para el país. Se llegó a afirmar que Patiño podía poner al presidente que él quisiera. Lo cierto era que el estaño y la minería eran los que sostenían la economía nacional y los gobiernos se sostenían con los impuestos que pagaban, que no fueron exiguos, como se dijo para justificar la nacionalización.

La carrera de Simón I. Patiño es digna de admiración. Fue un empresario excepcional, que día a día estaba concentrado en el manejo de sus empresas, cuidando los mínimos detalles para que den los mejores resultados. Era un campeón del management. Se hizo dueño de la montaña de Llallagua, comprando las minas de otros dos propietarios y de la empresa chilena Compañía Estañífera de Llallagua, a través de la compra de sus acciones en la bolsa de valores de Santiago. Estando consolidada su empresa, Patiño se trasladó a Estados Unidos y Europa. Compró acciones de fundiciones en Europa y de minas en Malasia y otros países. Fue un promotor del Consejo Internacional del estaño para controlar los precios del estaño en el mercado internacional. No intervino en la política nacional, solamente una vez, en el gobierno de Saavedra, actuó como intercesor entre el gobierno y los sectores políticos de oposición, para que actuaran en conjunto en bien del país, pero resultó un fracaso por las posiciones intransigentes de los dos sectores.

El mejor hospital que había en Bolivia estaba en Llallagua y los mejores nadadores del país eran de Catavi, porque tenían una pileta atemperada. La empresa de Patiño proveía a sus trabajadores de hospitales, escuelas y vivienda. Además disponían de pulpería, donde podían comprar a precios rebajados artículos básicos para alimentación y mercancías. Los primeros bolivianos que tuvieron beneficios sociales fueron los trabajadores de las minas de Patiño. Tenían las ocho horas diarias de trabajo de lunes a sábado, salario y sueldo sujeto a contrato, bonos de producción y primas, pagos por sobretiempo, licencias, indemnización, desahucio y comenzaron a tener las mutuales de ahorro. Para Patiño era muy importante que sus trabajadores tuvieran las mejores condiciones de trabajo. Cuando ya no se necesitaban las palliris, no las despidió, las siguió contratando para que hicieran otros trabajos.

Simón I. Patiño incursionó en la agricultura, la banca y la industria, inició la industria del vino y del singani a través de la empresa SAGIC. Hizo posible que se concluyera la construcción del ferrocarril Potosí – Sucre. Propuso construir un ferrocarril entre Cochabamba y Chimoré, que el Congreso Nacional rechazó y después el Gobierno rechazó igualmente su propuesta de construir una carretera. Jugó un papel importante en la guerra con el Paraguay, al dar y conseguir créditos y con la donación de dos aviones y un hospital. La guerra fue financiada por los tres barones del estaño, con la entrega de divisas que el Gobierno después vendía a precios más altos y con la otorgación de créditos.

III. Bolivia después de la revolución nacional

Después de la revolución nacional, en Bolivia se produjeron cambios trascendentales en su estructura social y económica. El líder de la revolución, Víctor Paz Estenssoro, describió estos cambios de la siguiente manera: “El 9 de abril de 1952, para decirlo en una apretada síntesis, marca el comienzo de un proceso que se caracteriza por la presencia de las grandes mayorías nacionales en el manejo de la cosa pública y por las transformaciones profundas efectuadas para hacer de un país semicolonial y de un pueblo oprimido, un ente nacional democrático y soberano. El propósito cardinal de mi primer gobierno fue modificar, fundamentalmente, la estructura económica y social con la liquidación del poder minero feudal mediante la nacionalización de las minas y la reforma agraria, lo que permitió una distribución más justa del ingreso nacional y la vigencia de un plan de desarrollo y la diversificación de la economía”. Las otras medidas tomadas fueron el voto universal, la reforma educativa, la creación de la legislación del trabajo y del sistema de seguridad social.

En lo económico, se impulsó el desarrollo de Santa Cruz y de los hidrocarburos con el fortalecimiento de YPFB. Se construyó la planta hidroeléctrica de Corani y otras de generación termoeléctrica. Se construyó el ingenio azucarero de Guabira y el Hospital Obrero. Una medida transcendental fue la creación del Servicio Nacional de Caminos, que permitió que el país dispusiera de una red de carreteras.

Antes de la revolución nacional, una gran parte de la población vivía en una especie de apartheid, no participaba en el gobierno, el cual era dominado por la oligarquía de la rosca. El voto universal dio carta de ciudadanía a toda la población y le dio el derecho de elegir a sus gobernantes. Se instaló el sistema democrático, de manera que la sociedad pudiera mediante elecciones elegir gobiernos, con la participación de todos sus miembros, independientemente de su clase, raza, religión, riqueza o grado de educación. Desde el punto de vista social fue un gran avance para los bolivianos, pero también lo fue desde el punto de vista económico. Permitió que todos los bolivianos puedan participar en el desarrollo de la economía y esta tenga mayor cantidad de actores. La reforma educativa fue fundamental para que la educación llegue a todos los bolivianos, aunque posteriormente no se le haya dado la importancia que tiene, por la baja asignación de presupuesto, infraestructura deficiente y descuido en la calidad, que prevalece hasta nuestros días.

La reforma agraria fue una medida trascendental para la economía, porque democratizó la propiedad de la tierra. Con ella comenzó el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la agroindustria. Con la tierra que era acaparada por una minoría de propietarios que no la trabajaban, el país disponía de producciones agrícolas marginales, el país tenía que importar la mayor parte de sus alimentos. En el altiplano y en los valles, las regiones más afectadas por el sistema feudal de propiedad de la tierra, se inició una nueva era para la agricultura y la ganadería y con ello un mejoramiento en la calidad de vida de sus habitantes. En el altiplano, con las limitaciones de clima y suelos, comenzó a desarrollarse la agricultura de los productos como la papa, cebada, quinua y en las zonas donde ésta no es posible, la ganadería de camélidos. En los valles, con la restricción de terrenos disponibles para la agricultura, se comenzó a desarrollar la agricultura de los productos propios de esta región. Los valles de Cochabamba y Tarija ofrecieron las mayores posibilidades para el desarrollo agrícola. En Tarija se desarrolló la industria del vino y el singani. El desarrollo podría haber sido mayor si se hubiera apoyado al sector con infraestructura (especialmente de caminos), educación y fomento a la actividad.

La construcción de ferrocarriles y carreteras es muy difícil en Bolivia, por el terreno montañoso que tiene en el occidente y los caudalosos ríos que hay en el norte y oriente, donde está el 70 % del territorio que tiene. Un obstáculo para el desarrollo económico de Bolivia siempre ha sido la falta de una adecuada red de carreteras y antes de 1952 el país no la tenía, el oriente y el norte estaban aislados del resto del país. Santa Cruz tenía una precaria carretera y para conectarlo con el resto del país e iniciar su desarrollo, era urgente construir una carretera moderna. Esta se comenzó a construir en 1943 y fue inaugurada en 1954.

La carretera pavimentada fue el punto de partida para el desarrollo de Santa Cruz, lo que se complementó con la construcción de otras carreteras dentro del departamento. Hubo otros tres factores que posibilitaron el desarrollo de lo que ahora es el principal polo de desarrollo del país. Estos fueron el desarrollo de la producción de petróleo y gas, el desarrollo de la agricultura y la construcción de los ferrocarriles de conexión con Argentina y Brasil. Lo primero fue realizado por un nuevo Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y con la apertura que se dio a la inversión extranjera. El desarrollo de la agricultura fue llevado a cabo por emprendedores cruceños y otros llegados de los otros departamentos y también por la llegada de inmigrantes japoneses, menonitas y del interior del país. La llegada de gente decidida a trabajar, fue el fundamento para dar lugar al departamento más pujante y populoso de Bolivia. Todo esto fue posible por los extensos terrenos favorables para la agricultura que tiene Santa Cruz. Como consecuencia se produjo después el desarrollo de la agroindustria.

IV. La nacionalización de las minas

En las minas y particularmente en las minas de Patiño, a partir de 1918 se produjeron paros y huelgas por aumentos salariales y otras peticiones de los mineros. Con estos se consiguió la jornada de trabajo de ocho horas y aumentos en los jornales. Simón I. Patiño daba instrucciones de que se evitaran los conflictos sociales y se atendieran las peticiones de los trabajadores en todo lo que fuera justo y posible para la empresa. Se produjeron dos masacres, en Uncía durante el gobierno de Bautista Saavedra y en Catavi durante el gobierno de Enrique Peñaranda.

Después de la muerte de Simón I. Patiño, las minas y en especial las de Llallagua, se convirtieron en el campo de acción de los agitadores, que propiciaban la toma de las empresas. Los administradores de la Patiño Mines ya no podían ejercer su autoridad e incluso estaban amenazados por grupos armados, la empresa entró en el caos y ya no se podían realizar las actividades normales. La situación en otros distritos mineros era similar. La empresa de Patiño para restablecer la normalidad en las actividades, propuso despedir a todo el personal pagándole indemnización y desahucio y recontratar al 95 %. El plan, que estaba destinado a eliminar a los subversores del orden, fue aceptado por los mineros y fue ejecutado por la empresa.

Los líderes de los movimientos subversivos en las minas de Patiño fueron Juan Lechín, secretario ejecutivo permanente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y Guillermo Lora, dirigente del Partido Obrero Revolucionario. Entre febrero y mayo de 1949, se produjo en Llallagua un movimiento subversivo que tuvo que ser controlado por el ejército y donde el personal superior de la empresa fue maltratado y de estos fueron muertos extranjeros y bolivianos. Después de estos sucesos, la situación de la Patiño Mines se volvió muy difícil, su organización fue seriamente afectada y pocos técnicos y administradores querían trabajar en la empresa. A ello se sumó el empobrecimiento del contenido de estaño en el mineral extraído de la montaña. Todavía más, el gobierno de Urriolagoitia decretó en agosto de 1950, la entrega obligatoria del 100 % de las divisas a un precio fijado por el Gobierno. Con el triunfo de la revolución nacional, como parte de un compromiso que hizo Víctor Paz con Juan Lechín, se decretó la nacionalización de las minas el 31 de octubre de 1952, algo que no lamentaron las empresas de Patiño, Hochschild y Aramayo.

Para la administración de las minas nacionalizadas se creó la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL). Como primera medida de la nacionalización, se indemnizó y pagó beneficios sociales a todos los trabajadores y se los volvió a recontratar, con la consiguiente descapitalización de la empresa y la generación de inflación para el país. La minería siguió siendo uno de los principales rubros de exportación hasta nuestros días, la del estaño hasta 1980.

En la nueva administración de las minas, el manejo de las empresas pasó de los administradores profesionales a los políticos y sindicalistas. La disciplina laboral se relajó, los mineros trabajaban como querían y no había sanciones para el incumplimiento de sus deberes. Se produjo un aumento excesivo del personal, en especial del exterior de las minas. Los dirigentes sindicales fueron declarados en comisión, lo que les permitía ganar un salario sin trabajar, esta medida se extendió a todos los sindicatos del país, la ocupación para ellos era el ocio y la diversión. Los días trabajados en las minas se redujeron por las huelgas que continuamente declaraban los sindicatos por cualquier motivo.

Las empresas de COMIBOL se convirtieron en espacios de trabajo para los trabajadores afiliados a los sindicatos y adherentes de los gobiernos de turno. No cumplían con su misión de lograr un producto que tenga un beneficio mayor al costo de producirlo. No hacían exploración ni desarrollo de nuevas minas y no implementaban nuevas técnicas de explotación para mejorar la productividad. De 1961 a 1964 se ejecutó un plan de rehabilitación de las empresas de COMIBOL, que no tuvo ningún resultado. Las empresas acumularon en los años que operaron grandes pérdidas y tuvieron déficits financieros, quizá con excepción de los años 70, cuando hubo una fuerte alza del precio de los minerales.

Durante los gobiernos militares la actividad sindical fue controlada, pero la estructura administrativa continuó la misma, hasta que en el gobierno de Hugo Banzer Suárez los precios de los minerales e hidrocarburos subieron fuertemente, lo que produjo una bonanza que no tuvo ningún beneficio para el país. Durante el gobierno de la UDP vino la crisis económica, en la cual la FSTMB tuvo un papel significativo con las huelgas que promovió pidiendo incremento de salarios, que fueron el principal alimento de la hiperinflación y que al último provocaron la caída del gobierno. Con la caída de los precios internacionales del estaño, Víctor Paz Estenssoro, el presidente que hizo la nacionalización de las minas, decretó en 1985 el cierre de las operaciones de las empresas de COMIBOL.

Evo Morales rehízo a la COMIBOL, con la estatización de sus antiguas empresas y de otras privadas, con pésimos resultados, la empresa de Huanuni trabaja a perdida, tiene trabajando a 4.000 empleados, la mayor parte ganando jugosos sueldos en el exterior de la mina y sin trabajar y tiene un ingenio que no funciona. La fundición de Vinto tiene una deuda de 80 millones de $US y tiene un horno sobredimensionado. Las empresas Colquiri, Coro Coro, Empresa Boliviana del Oro, Karachipampa y Amayapampa están en mala situación financiera.

V. La economía de estado

El capitalismo nació con la revolución industrial en el siglo XVIII, como un sistema económico más avanzado que los sistemas económicos de la monarquía y del feudalismo. Se basa en la propiedad privada de los medios de producción y en el capital como generador de riqueza, que trabajan en un mercado donde tienen libertad de producir y vender. Karl Marx y Friedrich Engels propusieron en el Manifiesto Comunista (1848) un sistema opuesto, llamando a los proletarios a derrocar a los capitalistas, abolir la propiedad privada y apoderarse de los medios de producción y crear un sistema económico basado en el dominio de los medios de producción por los trabajadores.

De este manifiesto emergieron dos estados, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS) y la República Popular de China, donde Stalin y Mao Zedong se propusieron crear estados donde el capitalismo no tendría cabida. La eliminación del mercado y de la propiedad privada significó la muerte por hambre de más de 20 millones de soviéticos en la URRS y de más de 30 millones de chinos en la China de Mao. Ambos experimentos fracasaron, la URRS se disolvió y Rusia adoptó el sistema capitalista dominado por los oligarcas provenientes del régimen soviético y en China a la muerte de Mao Zedong, Deng Xiaoping abrió el mercado a la iniciativa privada, con el Partido Comunista Chino con el dominio del gobierno, lo que permite un desarrollo sin límites al sistema capitalista, ya que no hay derecho a la protesta para reclamar sobre condiciones de trabajo.

Si la revolución nacional hubiera sido realizada por el Partido Obrero Revolucionario, Bolivia se hubiera convertido en un estado de inspiración marxista, siguiendo la tesis de Pulacayo, que propuso este partido para el nuevo régimen que regiría en Bolivia. Como el Movimiento Nacionalista Revolucionario realizó la revolución nacional no aplicó este modelo. Implementó un modelo de economía de mercado con fuerte presencia del estado. De inicio, la nacionalización de las minas fue una medida para asentar la presencia del estado en la economía. Además el estado se convirtió en el propietario de las empresas más grandes del país como: Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Empresa Nacional de Ferrocarriles, Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Empresa Nacional de Telecomunicaciones, Lloyd Aéreo Boliviano y otras más. En las empresas estatales tenía que haber control obrero, a través de los sindicatos. El estado debería ejercer la planificación central de la economía y fijar los precios de los productos en el mercado. El desarrollo de la industria se propuso hacer a través de la Corporación Boliviana de Fomento, que se fundó antes de la revolución.

Hay que hacer notar que no existen economías de mercado puras, existen economías mixtas, porque el mercado no puede proveer lo que las sociedades necesitan, además tiene que haber, para la existencia de un país, un gobierno que dirija su vida social y económica. Los países capitalistas tienen grandes economías estatales. La economía solamente de Francia era tan grande como la que tenía la URSS, que era toda estatal. Antes que llegue el neoliberalismo estos países tenían grandes empresas públicas.

Los gobiernos militares profundizaron la economía de estado, concordantes con el modelo que aplican los gobiernos autoritarios. Durante el gobierno de Hugo Banzer Suarez se produjo una bonanza por la subida de los precios del gas y los minerales, que el país no aprovechó. La bonanza fue malgastada en edificios, proyectos mal diseñados o sobredimensionados y elefantes blancos. Hubo un despilfarro de los recursos que recibió el país y a pesar de los cuantiosos recursos que recibió, la deuda externa creció desmesuradamente. Al término de los gobiernos militares la economía nacional se encontraba en pésimas condiciones.

La lucha por la democracia culminó con la posesión como presidente de uno de los líderes de la Revolución Nacional, el Dr. Hernán Siles Suazo, candidato del frente político de la Unión Democrática Popular (UDP) compuesto por partidos de izquierda. La economía que recibió necesitaba de urgentes ajustes, que no los hizo. En cambio tomó medidas que llevaron al país a una grave crisis económica. No pudo tomarlas porque tuvo una fuerte oposición en el Parlamento, donde el MNR y ADN tenían mayoría y por la acción de la Central Obrera Boliviana y la FSTMB, que en sus tres años de gobierno, realizaron huelgas y paros pidiendo irreales aumentos de salarios, que el Gobierno no podía dar y para lo cual tuvo que recurrir a la emisión inorgánica de moneda. Como consecuencia se produjo la más elevada hiperinflación de la historia del país.

El Gobierno de Siles no pudo honrar la deuda externa, por la caída de las exportaciones. Como había control de precios, la producción de alimentos y artículos básicos bajó, para conseguir unas cuantas unidades de pan, había que levantarse muy temprano en la mañana. La compra de dólares del Banco Central a un precio fijado por el Gobierno se volvió una fuente de corrupción y de estafa, por los políticos que podían adquirir dólares a precio rebajado y lo vendían en el mercado negro a elevados precios y por personas que inventaban la adquisición de maquinaria del exterior, para después vender los dólares en el mercado negro.

El Dr. Hernán Siles Suazo, que respetó las libertades y los derechos de los ciudadanos y que quería preservar el sistema democrático, renunció para dar lugar a que se hagan elecciones y se elija un nuevo gobierno. Este fue el final de la economía de estado que inauguró el Dr. Víctor Paz Estenssoro y que el mismo clausuró en 1985 con el decreto 21060. Evo Morales la reinstaló en 2006, para desperdiciar la mayor bonanza económica que tuvo el país en toda su historia, en inversiones improductivas, elefantes blancos, empresas estatales deficitarias, gastos inútiles y corrupción, estableciendo el marco de la grave crisis económica que se va a producir en el futuro próximo.

VI. La construcción de la red vial

Antes de la revolución nacional, Bolivia tenía una rudimentaria red vial compuesta por caminos hechos a mano. La construcción de la red vial se hacía con la prestación vial, que era la obligación que tenían todos los bolivianos varones de trabajar dos días al año en los caminos. Los países vecinos tenían redes viales e instituciones encargadas de la construcción y mantenimiento de sus carreteras, usando maquinaria y métodos modernos. La construcción de la carretera Cochabamba – Santa Cruz la hizo una empresa extranjera y en la década de los años 40, se estaba construyendo la carretera Bermejo – Tarija, que tenía que extenderse hasta Potosí, mediante un convenio con la República Argentina. Hasta la guerra del Chaco Bolivia no tenía ingenieros de ninguna clase, la enseñanza de la ingeniería comenzó en la Universidad Mayor de San Andrés en 1936 con la creación del Instituto de Ciencias Básicas y la Escuela de Ingeniería Civil.

En 1955, durante el primer Gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro, el Gobierno de los Estados Unidos de América otorgó a Bolivia una asistencia técnica y económica, mediante la cual se creó el Servicio Cooperativo Boliviano Americano de Caminos (SCBAC). La asistencia duró hasta 1964, cuando se creó el Servicio Nacional de Caminos (SNC) que se hizo cargo de la construcción, mejoramiento, mantenimiento y control de las carreteras del país.

La asistencia técnica consistió en la donación de equipo de construcción y la asistencia para edificar la capacidad del país para la construcción y mantenimiento de carreteras, para lo cual vinieron ingenieros militares del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos y técnicos en mantenimiento de equipo pesado.

El SCBAC inició la construcción de la red vial con el mejoramiento de los caminos existentes (con el equipo de construcción donado) en el trazado y la sección transversal, la construcción de obras de drenaje (alcantarillas y puentes) y la introducción de las tareas de mantenimiento (también con equipo). Se crearon siete distritos para atender los caminos de los departamentos que los tenían, Beni y Pando no los tenían. De esta manera se logró la conexión expedita entre las siete capitales de departamento. Los caminos mejorados con superficie de ripio, permitieron la entrada de servicios regulares de buses. Bolivia ya disponía de una red vial para impulsar su desarrollo económico y una institución (SNC) que se encargue de ampliarla, mejorarla y mantenerla.

Durante cierto tiempo el SNC fue una institución eficiente, porque tenía capacidad profesional, equipo para realizar mejoramiento y mantenimiento y tenía recursos financieros. La capacidad profesional se basaba en que permitía tener solamente funcionarios de carrera y en su independencia del Gobierno Central. Esto le permitió contar con personal experimentado y altamente calificado.

En este periodo, las características de su organización fueron las siguientes:

·         Era un organismo descentralizado, con autonomía técnico administrativa. Existía la premisa de que la política debería estar fuera de la institución.

·         Existía un sistema de promoción basado en la carrera profesional. Se accedía a los puestos ejecutivos por méritos y experiencia.

·         Existía una continua capacitación del personal.

·         Se discutía permanentemente los problemas de las carreteras, a través de congresos, seminarios o encuentros de jefes y profesionales.

·         Se premiaba la eficiencia. Cada año se distinguía al distrito que mejor tenía sus carreteras.

Gradualmente su eficiencia fue disminuyendo, primero porque la red a atenderse fue aumentando, el equipo comenzó a disminuir por falta de renovación y los recursos financieros se hicieron insuficientes para atender la gran cantidad de kilómetros que tenía a su cargo. La capacidad profesional se mantuvo durante un cierto tiempo, porque se respetaba la carrera profesional, al menos hasta el cargo de subdirector, pero al final la política entró de lleno en la institución. El mantenimiento y el mejoramiento comenzaron a perder importancia, frente a los proyectos de construcción de carreteras, en los cuales estaban más interesados los gobiernos de turno.

Por la Ley de Participación Popular de 1995, los caminos vecinales pasaron a la jurisdicción de los municipios. En 1996, el SNC se dividió en nueve servicios departamentales, cada uno encargado de la construcción y mantenimiento de las carreteras de su departamento. En 1997, se encargó la red fundamental al SNC, dejando a los servicios departamentales, la administración de las carreteras de su departamento.

En 2007 el Servicio Nacional de Caminos se convirtió en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). Con el SNC, la construcción de carreteras se hacía con crédito externo en 80 % y recursos internos 20 %, el país no disponía de recursos para construir carreteras. Con la bonanza que se produjo en el tiempo de la ABC, el país dispuso de cuantiosos recursos para construir la red vial que tanto necesita Bolivia para impulsar su desarrollo. La ABC emprendió un ambicioso plan para pavimentar la red fundamental. Gastó 11.000 millones de $US y al presente todavía tenemos una precaria red vial. Los recursos se despilfarraron en proyectos sobredimensionados sin justificación ni técnica ni económica, con empresas que se contrataban sin licitaciones y con la modalidad de llave mano, las cuales realizaban obras mal ejecutadas, no cumplían con los términos de contrato o abandonaban las obras. La ABC se olvidó del mantenimiento, por lo que la red vial está en pésimas condiciones. El gobierno del MAS no se ocupó de las carreteras de las redes departamental y municipal, que son importantes para el desarrollo de la economía.

200 años y sin instituciones

 

Las instituciones tienen una importancia vital en el desarrollo de los países. Mucho del desarrollo de los países más avanzados del mundo se debe a que han podido crear instituciones en todos los campos de su vida social y económica. Las instituciones comprenden a los centros educativos, de investigación, culturales, sociales y sobre todo a las instituciones que tienen que ver con el funcionamiento de la democracia. Los tres poderes de la democracia tienen que funcionar basados en instituciones bien constituidas.

Todos los países que nos rodean han desarrollado instituciones, que les ha permitido desarrollar sus economías. En especial esto ha sucedido con Brasil, Perú y Chile. Brasil, que es la 12ava economía del mundo, tiene un sistema judicial fuerte, universidades de alto nivel y una administración pública profesional. La economía de Chile es 14 veces más grande que la de Bolivia y desde su fundación se ha desarrollado en base a instituciones que ha sabido organizar. La vida política del Perú es quizás más agitada que la de Bolivia, pero su economía (13 veces más grande que la nuestra) sigue su propio curso de desarrollo. Me ha tocado seguir el desarrollo que ha tenido su infraestructura vial durante tres gobiernos dispares, los de Fujimori, Toledo y García, hasta lograr una red vial en buenas condiciones que cubre todo su territorio.

I. El desarrollo de las instituciones en la República

Con excepción de los gobiernos de Andrés de Santa Cruz, José Ballivián y José María Linares, desde 1825 hasta 1880 los gobiernos no se preocuparon del país y de crear instituciones sobre las cuales se desarrolle. El país era un feudo de los caudillos que se disputaban el poder para dominarlo, sin preocuparse de construirlo. La consecuencia fue la pérdida del departamento del Litoral.

Recién después de la derrota en la batalla de Tacna, el país comenzó a organizarse y a edificar sus instituciones. De 1880 a 1920 los gobiernos fueron elegidos mediante elecciones, restringidas a una parte pequeña de la población, pero mejor que el esquema de golpes de estado de los caudillos. En este periodo gobernaron primero los conservadores y luego los liberales. Se desarrollaron los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se construyó la red de ferrocarriles en el altiplano con conexiones a las ciudades de Cochabamba, Sucre y Potosí y se introdujeron otros adelantos que produjo la revolución industrial. Mediante golpe de estado los republicanos tomaron el poder en 1920 y gobernaron hasta 1934.

La guerra del Chaco, que se produjo entre 1931 y 1934, significó la toma de conciencia para un cambio en las estructuras sociales, políticas y económicas del país, que se produjo con la revolución del 9 de abril de 1952. Las principales medidas de la revolución fueron reforma agraria, nacionalización de las minas, voto universal, reforma educativa, creación de la legislación del trabajo y del sistema de seguridad social y la construcción de la red de carreteras. El Movimiento Nacionalista Revolucionario, que fue el conductor de la revolución, gobernó desde 1952 a 1964, cuando Víctor Paz fue derrocado por René Barrientos, dando lugar al periodo de gobiernos militares que se extendió hasta 1982.

En el año 1982 se inició el periodo de gobiernos democráticos que se extendió hasta el año 2003. En este periodo hubo alternatividad de gobiernos y un ejercicio adecuado del sistema democrático, en el cual se podía confrontar el ejercicio del poder. En el gobierno de la UDP se produjo la crisis económica que se generó en el gobierno dictatorial de Banzer y se profundizó con las políticas populistas del gobierno. Durante el gobierno del MNR de Víctor Paz se promulgó el decreto supremo 21060, que puso fin a la crisis económica y estableció una nueva política económica basada en el libre mercado. Se transformó la organización del estado y sus instituciones, dando a los departamentos y municipios una función más preponderante.

En el periodo democrático se promulgó la ley SAFCO y se instituyó una Contraloría independiente para control de los gastos del gobierno. Otra ley importante fue la ley de Participación Popular. Se reemplazó el sistema de pensiones de reparto por el de ahorro personal. Se creó el Sistema Nacional de Inversión Pública, para establecer un mecanismo de selección de los proyectos de inversión pública. Se fortaleció el sistema judicial con la creación del Tribunal Constitucional, el Consejo de la Judicatura y la Defensoría del Pueblo. Hubo en este periodo un esfuerzo por institucionalizar al país.

La falla principal durante la República estuvo en que el funcionamiento de las instituciones se basaba en la política. El poder judicial no era totalmente independiente del ejecutivo, pero administraba justicia y los jueces en su mayoría cumplían su función. Los parlamentos, por encima de realizar su función fiscalizadora y de promulgar leyes, su función principal era la de proveer gobernabilidad al gobierno de turno.

Históricamente se han considerado a las instituciones del gobierno, de las gobernaciones y de los municipios, como fuentes de trabajo para los militantes del partido o de los partidos en función de gobierno. Estas fundamentalmente, deben tener funcionarios de carrera que permanezcan en todos los gobiernos, de manera que se pueda aplicar políticas a largo plazo, diseñadas por profesionales competentes y se pueda tomar buenas decisiones sobre inversión pública.

II. La desinstitucionalización total en el Estado Plurinacional

El Estado Plurinacional tuvo su origen en la revuelta que se produjo en la ciudad de El Alto en octubre de 2003, que obligó a renunciar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Después de los gobiernos interinos de Carlos Mesa Gisbert y Eduardo Rodríguez Veltzé, vinieron tres periodos gubernamentales de Evo Morales Ayma y su partido el Movimiento al Socialismo, en los que se fundó el Estado Plurinacional de Bolivia.

En este periodo que duró casi 14 años, el gobierno se apoderó de los tres poderes del estado: ejecutivo, legislativo y judicial y el Tribunal Electoral. Mediante sufragio se nombraron jueces, sin importar que sean capaces de administrar justicia con idoneidad e imparcialidad. De esta manera el Poder Judicial sirvió para que el presidente y los miembros de su partido manejaran el gobierno y los recursos del país según su antojo, para que los delitos que cometían los miembros del gobierno no fueran penalizados y para perseguir a autoridades de gobiernos anteriores y a opositores al gobierno. La degradación de la justicia se manifestó en la cantidad de jueces corruptos que fueron encontrados cometiendo delitos contra la ley.

Una muestra de cómo fue manipulada la justicia fue el caso del hotel Las Américas, donde tres extranjeros fueron asesinados y otros dos apresados. El presidente Evo Morales denunció a la prensa internacional que se había desbaratado un complot para asesinarlo. Posteriormente el gobierno los acusó, junto a otros ciudadanos cruceños, de montar un grupo armado para organizar un movimiento separatista. El juicio duró diez años y nunca se presentó una prueba, más bien los hechos y las denuncias en contra, demostraban que el caso fue montado por el gobierno. Otro caso es el del Fondo Indígena, donde los recursos fueron a parar a cuentas particulares por proyectos fantasmas, la autoridad que denunció el desfalco está aprendido hace siete años y sujeto a varios juicios.

Con la justicia capturada, el gobierno de Evo Morales se ocupó de des institucionalizar al país y de convertir la administración pública en un aparato de corrupción. Anuló los instrumentos que se tenía para controlar y fiscalizar la administración de los recursos del estado como la Ley SAFCO, el Sistema de Administración de Bienes y Servicios, el Sistema Nacional de Inversión Pública y la institución encargada de hacer cumplir las normas de ellos, que es la Contraloría. De esta manera, los proyectos de inversión pública y los gastos del gobierno se hicieron según la voluntad y el deseo del presidente y de los administradores públicos. La bonanza que tuvo el país en los años del gobierno del MAS fue despilfarrada en gastos inútiles, empresas estatales deficitarias, malos proyectos, elefantes blancos y corrupción.

Gracias a las masivas votaciones que obtuvo el MAS en las elecciones, el gobierno de Evo Morales dominó al Poder Legislativo, el cual no cumplió su función de fiscalizar la gestión gubernamental y de crear leyes que impulsen el desarrollo del país y mejoren la vida de los bolivianos. El apelativo de “levanta manos” representa la función que cumplieron los asambleístas masistas en el parlamento, que fue de ser un instrumento de la gestión del gobierno. Pocos de los parlamentarios oficialistas tenían la formación para ejercer su labor legislativa. Estaban a mucha distancia de los parlamentarios republicanos, entre los que estuvo Franz Tamayo, Augusto Cespedes, Víctor Paz y muchos más.

Para cumplir una función en la administración pública del gobierno de Evo Morales, la única condición era pertenecer al partido del MAS o estar con el “proceso de cambio”, de esta manera se redujo las instituciones gubernamentales administradoras de los negocios públicos, en oficinas para emplear a los partidarios del MAS. Además se incrementó el número de empleados públicos de 200.000 a 530.000. Igualmente esto sucedió con las instituciones descentralizadas del gobierno y con las empresas públicas. Los empleados calificados que habían adquirido experiencia en el manejo de las oficinas estatales, fueron despedidos y reemplazados por personal inexperto.

La “nacionalización” de las empresas capitalizadas y la estatización de empresas privadas, significó convertirlas en empresas ineficientes o deficitarias. En el caso de las empresas petroleras, significó que el país no pueda reponer las reservas de gas. Los 53.000 millones de $US que tuvo YPFB por la comercialización del gas, fueron despilfarrados en elefantes blancos o inversiones improductivas. Para resolver un conflicto entre mineros y cooperativistas, la empresa de Huanuni emplea 4.000 mineros, cuando puede operar con 800. Las empresas de la COMIBOL son deficitarias y tienen grandes pérdidas. El proyecto de desarrollo del Mutún está yendo a ser un fracaso. En el desarrollo del litio ya se han gastado más de 700 millones de $US y no se ha logrado un resultado significativo. Las empresas públicas productivas que ha creado el gobierno, todas son deficitarias y han tenido grandes pérdidas.

El gobierno del presidente Luis Arce Catacora continúa con la desinstitucionalización del país. La justicia sigue siendo usada por el gobierno para perseguir a los opositores. La expresidenta Jeanine Añez y miembros de su gobierno han sido apresados o tienen orden de captura. La administración pública y las empresas estatales siguen en poder de los partidarios del MAS. Continúa el modelo económico despilfarrador que está desangrando la economía del país. En conclusión, el Estado Plurinacional ha significado para Bolivia la desinstitucionalización total del país.

Mis recuerdos del Gral. Ing. José Antonio Zelaya

 

Conocí a José Antonio Zelaya en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Mayor de San Andrés, institución donde comenzó la enseñanza de la ingeniería civil en Bolivia. Era catedrático de Geodesia. El decano era el Ing. Hugo Mancilla, gran maestro de varias generaciones de ingenieros civiles.

En los años 60 no había GPS, entonces la medición geográfica era muy difícil y la geodesia era una materia árida, pero el catedrático Zelaya hacía que sus clases sean muy amenas, porque era un excelente expositor. Además estaba encargado del laboratorio de física cósmica, que estaba ubicado en la montaña de Chacaltaya. Tenía que ir continuamente a revisar y registrar la información que obtenían del cosmos los instrumentos instalados en aquél, lo hacía en su vehículo land rover. Para estos viajes nos invitaba a los alumnos, a mí me tocó ir varias veces. En esos años la montaña de Chacaltaya tenía nieve y tenía una pista de sky. Con unas bolsas de tela fuerte que tenía, podíamos deslizarnos por la pista, lo cual nos divertía mucho.

Para cada curso organizaba una velada en la cabaña que había en Chacaltaya. Nunca olvidaré la que me tocó vivir, salimos en la noche a ver el cielo estrellado que mostraba una belleza grandiosa, que hacía alabar la creación de Dios. Con la exposición de José Antonio sobre lo que es el universo, compuesto de nuestra galaxia y de miles de millones de galaxias, quedamos extasiados ante tanta belleza. En la mañana, el espectáculo del paisaje era también hermoso, con la vista de los valles y las otras montañas. Vimos un espectáculo que solamente la montaña y ese tiempo podía ofrecer. Siempre se ve a los aviones arriba en el cielo encima del horizonte, pero esta vez vimos un avión volando abajo en el valle de Zongo, era de los aviones a hélice que iban a Alto Beni o al Beni y que tenían que usar al valle como una pista de transporte. Realizaban viajes muy peligrosos y a menudo terminaban estrellados.

Después de egresar de la Facultad de Ingeniería Civil, fui asignado a la Escuela Militar de Ingeniería (EMI), para cumplir con mi postergado servicio militar. El comandante de esta unidad militar era el Cnel. José Antonio Zelaya. En 1971, la EMI formaba solamente ingenieros militares. Mi actividad en la EMI consistía principalmente en colaborar en la enseñanza de la ingeniería, se me asignaron dos materias. Como parte de mi instrucción militar asistía todas las mañanas a la instrucción de la tropa de soldados que tenía la EMI y en ocasiones los oficiales estudiantes complementaban esa instrucción en sesiones especiales. El comandante Zelaya también me asignó la tarea de impartir clases de matemáticas y algebra a los suboficiales que cumplían sus funciones militares en la EMI. Sobre todo, participaba de todas las actividades de la EMI. Tenía que estar presente en los partes de los días lunes. En una sola ocasión tuve un castigo y estuve detenido por 24 horas en las instalaciones de la EMI. Obtuve el grado de subteniente de reserva. Disfruté de la camaradería con los oficiales estudiantes y en particular hice amistad con dos tenientes, que lastimosamente fallecieron a los pocos años de amistad.

La gran aventura que viví con José Antonio Zelaya fue la expedición que organizó para ir caminando hasta Caranavi por el valle de Zongo. Partimos de la Central Hidroeléctrica de la Bolivian Power. Al comienzo encontramos sendas donde la columna podía desplazarse, pero estas ya no las pudimos encontrar. El terreno se volvió escarpado y boscoso. Yo iba junto al comandante, presidiendo a la columna compuesta por toda la EMI. El avance se tornó muy dificultoso por la ladera boscosa, hasta que después de avanzar muy poco durante el día, se vino la noche. El comandante decidió que bajáramos hasta el río. Bajando nos dimos cuenta que estábamos en un cañón cerrado sin playa para acampar. Quedamos colgados en la ladera vertical. Se avisó al resto de la columna de la situación. Por suerte, estaba con nosotros un oficial especialista en montaña, que tendió una cuerda por la que pudimos subir hasta un lugar más seguro. Pasar la noche en ese lugar seguía siendo peligroso, te podías dormir y caer al río que se llamaba Cielo hawira, así que se decidió volver al lugar de donde partimos, que nos tomó gran parte de la noche. Fue difícil encontrar el camino, hasta que pudimos dormir con seguridad en la playa de donde partimos.

Después de terminada su carrera militar, compartí una estrecha amistad con el Gral. José Antonio Zelaya y su esposa Lucero, a través del Club de Tenis La Paz y de la íntima amistad que tengo con sus hijos Carmiña, Teresa, José Antonio y Oscar y su yerno Armando Villegas. En el Club de Tenis, compartimos por lo menos una charla y ocasionalmente juegos de tenis y reuniones. José Antonio fue el comandante del grupo de viejos jugadores de tenis que se llamaban Jurassic Park. A través de sus hijos, especialmente de Carmiña, estuvimos con mi esposa en contacto permanente con José Antonio y su esposa y compartiendo con ellos en reuniones y festejos.

Durante su vida fue ministro de minería y embajador, personas que trabajaron con él cuando fue ministro enviaron cartas de condolencia. Fue miembro de la Academia de Ciencias de Bolivia, de la agrupación Amautas y del Rotary Club de La Paz. Su vida estuvo dedicada al servicio de su patria y al servicio de los demás, con sencillez y humildad. Hasta pronto querido maestro, comandante y amigo.