Con la conclusión de la carretera pavimentada Santa Cruz
– Puerto Suarez (Corumbá) se ha concretado el corredor bioceánico “Este –
Oeste” que permitiría a varios estados de Brasil realizar sus exportaciones por
puertos del Pacífico a mercados del Asia, supuestamente “obteniendo considerables
ahorros en costos de transporte”. Se predijo que los camiones brasileños iban a
llenar esta carretera entre Corumbá y Tambo Quemado o Desaguadero, pero hasta
la fecha no se ha tenido noticia de algún flujo de éstos.
Los
corredores bioceánicos han ocupado el pedestal de la política de transportes de
la mayor parte de los gobiernos de la era democrática, por encima de la
necesidad urgente, que se tiene, de proveer a la economía nacional de un
eficiente sistema de transportes, en particular de transporte carretero. Cuando
los precios del gas eran bajos, se dijo incluso, que los corredores iban a
proveer a Bolivia de un ingreso mayor al que provee el gas.
La
teoría de los corredores bioceánicos se basa en el supuesto de que las
exportaciones a mercados del Pacífico, de estados brasileños limítrofes con
Bolivia, se podrían transportar más económicamente por puertos del Pacífico, a
los que se llevaría mediante carretera pavimentada. Esto, en contraposición a
los costos que se tiene por transportarlas por el largo camino que recorren los
barcos marítimos.
Los
promotores del corredor bioceánico Este – Oeste, no se han percatado de que las
exportaciones de soya y sus productos, que se producen en el departamento de
Santa Cruz y se llevan a los países de la Comunidad Andina (principalmente
Colombia), se realizan por el río Paraguay – Paraná, siguiendo el largo
recorrido de navegar por este río a puertos de su desembocadura, donde son
trasladadas a barcos marítimos que las llevan a su destino final. Si fuera
verdad la teoría de los corredores, estas exportaciones deberían ser
transportadas por la carretera pavimentada Santa Cruz – Tambo Quemado Arica,
para luego ser llevadas por barco a aquellos países.
Esto
sucede porque los costos de transporte por carretera son mucho más altos que
los costos de transporte por río y mar. El transporte acuático es el modo de
transporte más barato que existe, esto principalmente por las economías de
escala que tiene. No existe ningún ahorro en costos de transporte, llevando las
mercancías del este de Bolivia y el oeste del Brasil a puertos del Pacífico,
para evitar el largo camino que tienen los barcos yendo ya sea por el canal de
Panamá o por el estrecho de Magallanes.
Otro aspecto que hay que considerar son las
tarifas marítimas. Por la naturaleza de la industria del transporte marítimo,
éstas difieren poco para los embarques que se hacen, por ejemplo, desde el
Lejano Oriente hasta puertos de América del Sur. Las tarifas pueden diferir muy
poco para carga que se transporta desde el Japón hasta Arica en el Pacífico o
hasta Santos en el Atlántico. Incluso puede resultar más barato por Santos.
Se ha
concebido los corredores bioceánicos para transportar carga a granel,
principalmente soya, del Brasil a mercados del Asia. Pero la realidad es que el
Brasil tiene su mercado para la soya en Europa.
Nunca
ha existido un argumento, ni técnico ni económico, para sustentar los proyectos
de los corredores bioceánicos, han sido más el producto de la imaginación de
algunos (en especial políticos) para presentar proyectos espectaculares para
impresionar a la opinión pública, que al final no son más que una ilusión.
Publicado por El Diario
y correo electrónico en agosto de 2013
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