Uno
de los proyectos estrella del presidente Evo Morales es sin lugar a dudas el
teleférico. Seguramente con este proyecto ha querido dotar de un sistema de
transporte masivo que conecte a las ciudades de La Paz y El Alto. Con este
propósito se construyeron en 2014 tres líneas de teleférico: la línea roja
entre la antigua estación de ferrocarriles y una estación en la Av. 16 de Julio
de El Alto, la línea amarilla entre la Av. Libertador que conecta a Obrajes con
el Centro y el sitio denominado Mirador de El Alto y la línea verde que
continúa la línea amarilla hasta Irpavi.
En una separata que ha publicado la
empresa Mi Teleférico, informa que entre el 29 de mayo de 2014 y el 31 de marzo
de 2017 se ha invertido 3.140.291.521 Bs. (451.191.310 $US). Esta inversión
corresponde a la construcción de las tres líneas mencionadas anteriormente y a
la línea azul que fue inaugurada en marzo de este año. La separata también
informa que en tres años de operación se ha transportado 75 millones de
pasajeros. Esto debe ser por las líneas roja, amarilla y verde que operaron en
este periodo. Los 75 millones de pasajeros equivalen a lo que el sistema
existente de transporte público de la metrópoli transporta en 40 días. O sea,
las tres líneas no han tenido impacto en aumentar la capacidad del sistema de
transportes de la metrópoli, especialmente en la capacidad de proveer
transporte masivo.
La línea azul conecta la estación de
teleférico de la Av. 16 de Julio con Río Seco en la ciudad de El Alto, construida
sobre la superficie del terreno. Como un alteño lo ha expresado, esta línea
será utilizada para pasear o para ir a la feria de la Av. 16 de Julio, puesto
que para ir a la Ceja es más conveniente tomar un minibús que cuesta 1 Bs. y se
llega a la misma Ceja. En cambio con el teleférico costaría 3 Bs. y se tiene
que caminar unos 400 m para llegar a La Ceja. Si se quiere ir en teleférico al
centro de la ciudad de La Paz costaría 5,5 Bs. y se llega a la Estación de
Ferrocarriles. En minibús se llega a la Av. Mariscal Santa Cruz, donde se puede
encontrar minibuses o trufis para ir a cualquier zona de la ciudad de La Paz y
cuesta 2,5 Bs. En los dos casos el minibús es más rápido que el teleférico.
El próximo 29 de septiembre se
inaugurará la línea naranja que conectará a la Estación Central con la Plaza
Villarroel, que costará 75 millones de $US. En construcción se encuentran la
línea blanca, entre la Plaza Villarroel y una estación situada en el barrio de
San Jorge y la línea celeste entre la estación de la Av. Libertador y una
estación situada en un lugar próximo a El Prado. Otras cuatro líneas más serán
construidas para conformar la Red Integrada Metropolitana (RIM) de teleféricos.
Estas son, la línea morada que unirá a una estación situada en la Av. 6 de
Marzo en el interior de El Alto, con otra estación situada en el Faro Murillo
de la ceja y una final situada en la calle Colombia próxima a la Av. Mariscal
Santa Cruz. La línea plateada unirá a las tres estaciones situadas a lo largo
de la ceja de El Alto. La línea café proveerá de conexión a las villas de la
ladera este de la ciudad de La Paz. Finalmente la línea dorada será una
extensión de la línea verde, para llegar hasta el barrio de Cota Cota, pasando
por el barrio de Achumani. La inversión que realizará el país en esta red de
teleféricos llegará a los 1.000 millones de $US.
El proyecto de teleféricos era para
conectar a las ciudades de La Paz y El Alto, pero se ha convertido en un
sistema de transporte alternativo al sistema de transporte público automotor
existente. Tendría la función de una red de trenes subterráneos, pero con mucho
menos capacidad de transporte. Por su trazado y por la característica que tiene
de ser un transporte rígido, no podrá ofrecer una contribución significativa para
satisfacer la demanda de transporte que hay en la metrópoli. El transporte por
teleférico es conveniente para viajeros que tienen sus orígenes y destinos
cerca de sus estaciones o pueden hacer una combinación conveniente con el
transporte automotor.
Con la red de teleféricos, un
usuario que tiene acceso conveniente a las estaciones de teleférico de la Zona
Sur podrá llegar a la estación de El Prado, pero para los demás usuarios que no
se encuentran cerca de las estaciones del teleférico, su alternativa seguirá
siendo el transporte automotor. Más conveniente son los servicios que ofrecen
los buses pumakatari que van hasta Chasquipampa e Irpavi II, que son ampliamente
usados. Solamente los alteños que viven cerca de las estaciones de las líneas
azul y morada, podrán llegar en teleférico al Centro de la ciudad de La Paz y a
la Zona Sur, pero para los demás la alternativa seguirá siendo el transporte
automotor. En estos dos casos hay que considerar que el transporte por
teleférico es lento. La línea naranja que va de la Estación Central hasta la
Plaza Villarroel no responde a ningún patrón de viajes de la ciudad. La línea
blanca que conecta la Plaza Villarroel con la Plaza San Martín no podrá
competir con el transporte automotor.
A comienzos del presente siglo, el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tuvo la iniciativa de hacer preparar
un estudio de un sistema de transporte masivo en base a buses de gran capacidad
de transporte de pasajeros (160 y 100) que circularían por las vías troncales
de las ciudades de La Paz y El Alto y que sería complementado por buses de
menor capacidad (buses pumakatari) que cubrirían zonas no servidas por éste y
también por los vehículos del actual sistema de transporte público. En 2004 se
estimó que costaría 124.460.000 $US, para la construcción de infraestructura,
adquisición de buses, compra de vehículos a los actuales operadores y
adquisición de un sistema de cobro de pasajes. Si se implementara este
proyecto, la metrópoli ahorraría 100 millones de $US por año en costos de
operación de vehículos y el nuevo sistema de transporte público atendería a la mayor
parte de la demanda de transporte que tienen las dos ciudades de la metrópoli.
Los 1.000 millones de $US, que nunca
se van a recuperar, hubieran tenido un mejor uso si se hubieran empleado en
construir el sistema de transporte masivo propiciado por el BID y en
hospitales, colegios y escuelas. La otra cuestión es si el sistema de teleféricos
valdrá la pena operarlo, cuando ya no tenga el patrocinio del Gobierno y
tengamos una administración pública racional y profesional, que se preocupe por
la economía del país.
Con tan poca demanda y tarifas tan
bajas (0,43 $US por recorridos de más de 2 Km) es difícil pensar que tenga
sostenibilidad en el futuro. En la ciudad de Bogotá la tarifa de ida y vuelta
al Santuario de Monserrat es de 6,5 $US por un recorrido de 1,6 Km. En el
Montserrat de España, la tarifa es de 10 euros. Las tarifas son para recuperar
la inversión realizada, cubrir los costos de operación y mantenimiento y
generar recursos para ampliar el sistema. En los teleféricos además se tiene
que reemplazar periódicamente cables, equipo electromecánico y electrónico. Por
ello las tarifas de los teleféricos colombiano y español son altas y son para
cubrir los costos de operación, mantenimiento y de reemplazo de las piezas
fungibles, ya que seguramente han recuperado los costos de inversión.
Si en el futuro se encuentra que los
ingresos de la red de teleféricos no cubre los egresos (tiene que ser por una
administración transparente) tendremos, principalmente en la ciudad de La Paz,
un enorme elefante blanco, con hileras de chatarra de los cables y las torres y
con soberbios edificios que tendrán poco uso alternativo y que ocupan valiosos
espacios públicos.
Publicado por El Diario y correo electrónico en
septiembre de 2017.
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