martes, 24 de marzo de 2020

RED DE TELEFÉRICOS: ¿PARA QUÉ?


Uno de los proyectos estrella del presidente Evo Morales es sin lugar a dudas el teleférico. Seguramente con este proyecto ha querido dotar de un sistema de transporte masivo que conecte a las ciudades de La Paz y El Alto. Con este propósito se construyeron en 2014 tres líneas de teleférico: la línea roja entre la antigua estación de ferrocarriles y una estación en la Av. 16 de Julio de El Alto, la línea amarilla entre la Av. Libertador que conecta a Obrajes con el Centro y el sitio denominado Mirador de El Alto y la línea verde que continúa la línea amarilla hasta Irpavi.

            En una separata que ha publicado la empresa Mi Teleférico, informa que entre el 29 de mayo de 2014 y el 31 de marzo de 2017 se ha invertido 3.140.291.521 Bs. (451.191.310 $US). Esta inversión corresponde a la construcción de las tres líneas mencionadas anteriormente y a la línea azul que fue inaugurada en marzo de este año. La separata también informa que en tres años de operación se ha transportado 75 millones de pasajeros. Esto debe ser por las líneas roja, amarilla y verde que operaron en este periodo. Los 75 millones de pasajeros equivalen a lo que el sistema existente de transporte público de la metrópoli transporta en 40 días. O sea, las tres líneas no han tenido impacto en aumentar la capacidad del sistema de transportes de la metrópoli, especialmente en la capacidad de proveer transporte masivo.

            La línea azul conecta la estación de teleférico de la Av. 16 de Julio con Río Seco en la ciudad de El Alto, construida sobre la superficie del terreno. Como un alteño lo ha expresado, esta línea será utilizada para pasear o para ir a la feria de la Av. 16 de Julio, puesto que para ir a la Ceja es más conveniente tomar un minibús que cuesta 1 Bs. y se llega a la misma Ceja. En cambio con el teleférico costaría 3 Bs. y se tiene que caminar unos 400 m para llegar a La Ceja. Si se quiere ir en teleférico al centro de la ciudad de La Paz costaría 5,5 Bs. y se llega a la Estación de Ferrocarriles. En minibús se llega a la Av. Mariscal Santa Cruz, donde se puede encontrar minibuses o trufis para ir a cualquier zona de la ciudad de La Paz y cuesta 2,5 Bs. En los dos casos el minibús es más rápido que el teleférico.

            El próximo 29 de septiembre se inaugurará la línea naranja que conectará a la Estación Central con la Plaza Villarroel, que costará 75 millones de $US. En construcción se encuentran la línea blanca, entre la Plaza Villarroel y una estación situada en el barrio de San Jorge y la línea celeste entre la estación de la Av. Libertador y una estación situada en un lugar próximo a El Prado. Otras cuatro líneas más serán construidas para conformar la Red Integrada Metropolitana (RIM) de teleféricos. Estas son, la línea morada que unirá a una estación situada en la Av. 6 de Marzo en el interior de El Alto, con otra estación situada en el Faro Murillo de la ceja y una final situada en la calle Colombia próxima a la Av. Mariscal Santa Cruz. La línea plateada unirá a las tres estaciones situadas a lo largo de la ceja de El Alto. La línea café proveerá de conexión a las villas de la ladera este de la ciudad de La Paz. Finalmente la línea dorada será una extensión de la línea verde, para llegar hasta el barrio de Cota Cota, pasando por el barrio de Achumani. La inversión que realizará el país en esta red de teleféricos llegará a los 1.000 millones de $US.

            El proyecto de teleféricos era para conectar a las ciudades de La Paz y El Alto, pero se ha convertido en un sistema de transporte alternativo al sistema de transporte público automotor existente. Tendría la función de una red de trenes subterráneos, pero con mucho menos capacidad de transporte. Por su trazado y por la característica que tiene de ser un transporte rígido, no podrá ofrecer una contribución significativa para satisfacer la demanda de transporte que hay en la metrópoli. El transporte por teleférico es conveniente para viajeros que tienen sus orígenes y destinos cerca de sus estaciones o pueden hacer una combinación conveniente con el transporte automotor.

            Con la red de teleféricos, un usuario que tiene acceso conveniente a las estaciones de teleférico de la Zona Sur podrá llegar a la estación de El Prado, pero para los demás usuarios que no se encuentran cerca de las estaciones del teleférico, su alternativa seguirá siendo el transporte automotor. Más conveniente son los servicios que ofrecen los buses pumakatari que van hasta Chasquipampa e Irpavi II, que son ampliamente usados. Solamente los alteños que viven cerca de las estaciones de las líneas azul y morada, podrán llegar en teleférico al Centro de la ciudad de La Paz y a la Zona Sur, pero para los demás la alternativa seguirá siendo el transporte automotor. En estos dos casos hay que considerar que el transporte por teleférico es lento. La línea naranja que va de la Estación Central hasta la Plaza Villarroel no responde a ningún patrón de viajes de la ciudad. La línea blanca que conecta la Plaza Villarroel con la Plaza San Martín no podrá competir con el transporte automotor.

            A comienzos del presente siglo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tuvo la iniciativa de hacer preparar un estudio de un sistema de transporte masivo en base a buses de gran capacidad de transporte de pasajeros (160 y 100) que circularían por las vías troncales de las ciudades de La Paz y El Alto y que sería complementado por buses de menor capacidad (buses pumakatari) que cubrirían zonas no servidas por éste y también por los vehículos del actual sistema de transporte público. En 2004 se estimó que costaría 124.460.000 $US, para la construcción de infraestructura, adquisición de buses, compra de vehículos a los actuales operadores y adquisición de un sistema de cobro de pasajes. Si se implementara este proyecto, la metrópoli ahorraría 100 millones de $US por año en costos de operación de vehículos y el nuevo sistema de transporte público atendería a la mayor parte de la demanda de transporte que tienen las dos ciudades de la metrópoli.

            Los 1.000 millones de $US, que nunca se van a recuperar, hubieran tenido un mejor uso si se hubieran empleado en construir el sistema de transporte masivo propiciado por el BID y en hospitales, colegios y escuelas. La otra cuestión es si el sistema de teleféricos valdrá la pena operarlo, cuando ya no tenga el patrocinio del Gobierno y tengamos una administración pública racional y profesional, que se preocupe por la economía del país.

            Con tan poca demanda y tarifas tan bajas (0,43 $US por recorridos de más de 2 Km) es difícil pensar que tenga sostenibilidad en el futuro. En la ciudad de Bogotá la tarifa de ida y vuelta al Santuario de Monserrat es de 6,5 $US por un recorrido de 1,6 Km. En el Montserrat de España, la tarifa es de 10 euros. Las tarifas son para recuperar la inversión realizada, cubrir los costos de operación y mantenimiento y generar recursos para ampliar el sistema. En los teleféricos además se tiene que reemplazar periódicamente cables, equipo electromecánico y electrónico. Por ello las tarifas de los teleféricos colombiano y español son altas y son para cubrir los costos de operación, mantenimiento y de reemplazo de las piezas fungibles, ya que seguramente han recuperado los costos de inversión.

            Si en el futuro se encuentra que los ingresos de la red de teleféricos no cubre los egresos (tiene que ser por una administración transparente) tendremos, principalmente en la ciudad de La Paz, un enorme elefante blanco, con hileras de chatarra de los cables y las torres y con soberbios edificios que tendrán poco uso alternativo y que ocupan valiosos espacios públicos.


Publicado por El Diario y correo electrónico en septiembre de 2017.

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