En la historia de Bolivia ha habido tres presidentes
tarijeños que han desempeñado un papel relevante en la historia del país. Este
artículo presenta una reseña de la vida, presidencia, legado y obra de estos
tarijeños.
NARCISO
CAMPERO LEYES
El artículo sobre este presidente tiene como fuente el
libro “Guano, Salitre, Sangre” del escritor Roberto Querejazu Calvo.
Narciso Campero
estudió derecho en la Universidad San Francisco Xavier. Comenzó su carrera
militar en la guerra entre el dictador argentino Juan Manuel Rosas y la
Confederación Perú Boliviana. Participó en las batallas de Iruya y Montenegro y
posteriormente en la batalla de Ingavi. Estudió en la Escuela de Estado Mayor
de Francia. Participó en los gobiernos de José María Linares, Mariano
Melgarejo, Agustín Morales y Tomás Frías. En este periodo elaboró un proyecto
de revolución educativa e industrial. Estuvo condenado a muerte, se salvó de
ella gracias a la intervención de sus amigos.
Cuando
estaba retirado en Tupiza, el presidente Daza le pidió que organizara una
división con ciudadanos de los departamentos del sur. Conformada la división,
marchó a reunirse con el ejército boliviano acantonado en Tacna, deambulando
por el Altiplano por varios meses. La división tenía 1.800 rifles (la mitad
inservibles), pólvora de mala calidad y falta de fondos, municiones, víveres,
ropa, mulas y forraje. Alguna ayuda recibió de la empresa Huanchaca y
personalmente de Aniceto Arce. Había una completa desnudez en soldados y
oficiales y se tuvo que lamentar la muerte de varios soldados por las malas
condiciones en que se encontraban.
La
tardanza que tuvo Campero en el Altiplano se debió a la ausencia de
instrucciones. Las guerras se conducen por un estado mayor a la cabeza de un
comandante. Campero nunca tuvo órdenes precisas para él mismo conducir a su
división. Incluso tuvo comunicaciones directas de Daza, en las que no había
órdenes concretas con respecto a las acciones que debía realizar la división. Por
otro lado, era intrascendente que la división se presentara en el teatro de
operaciones, puesto que no tenía ninguna capacidad de combate, la división se
disolvió en Oruro y Campero se fue a La Paz.
Después
de la retirada de Camarones, los oficiales del ejército boliviano destituyeron
por unanimidad al presidente Daza de sus funciones de presidente y comandante.
La retirada de Camarones fue la gota que colmó el vaso, pues Daza demostró una
completa incapacidad para conducir al ejército boliviano. Según Juan Granier
era el “jefe que se ocupa de los placeres de la vida”. J.R. Gutierrez declara
“nunca vi a Daza ordenar un ejercicio de fuego. El desconcierto, el abandono y
la incuria más completa reinaban en todo el sistema militar de nuestro
ejército”. El Gral. Eliodoro Camacho manifiesta “no se le ha conocido a Daza
ningún plan de operaciones de campaña. Se dedicaba a mandonear y pasar su vida
en los placeres de paseos al campo y de diversiones nocturnas”.
Ante
la destitución de Daza, Campero fue proclamado en La Paz Presidente de la
República. Inmediatamente dejó la presidencia a Ladislao Cabrera y marchó al
frente de batalla. En la batalla decisiva que tuvo lugar cerca de Tacna en el
campo del Alto de la Alianza, para concretar o evitar la ocupación chilena de
los territorios boliviano y peruano, Campero fue elegido como comandante del
ejército conjunto. Aunque los oficiales y soldados lucharon con mucho valor, no
pudieron detener a un ejército chileno bien armado y entrenado. Cuando la
batalla estuvo perdida, Campero y los sobrevivientes hicieron una marcha
forzada para llegar a la ciudad de La Paz.
En la
ciudad de La Paz la Convención Nacional eligió como Presidente de la República
a Narciso Campero, para iniciar un periodo de organización del país para
enfrentar los peligros que le acechaban. Dentro de este proceso Campero fundó
una escuela de ingeniería. Un objetivo del proceso era terminar con los
gobiernos de los caudillos y crear un país con democracia e instituciones. Se
organizaron elecciones, en las cuales resultó elegido don Gregorio Pacheco, al
cual Campero entregó la presidencia el 6 de agosto de 1884, que se puede
considerar la fecha de la instauración de la República.
ANICETO
ARCE RUÍZ
La fuente para este artículo ha sido el libro “Aniceto
Arce. Artífice de la Extensión de la Revolución Industrial en Bolivia” del
escritor Ramiro Condarco Morales.
La
cualidad más sobresaliente de Aniceto Arce es que era un excelente
administrador y su campo de acción fue la minería. Comenzó su aprendizaje de la
minería en las minas chilenas de Vallecito, Guanay y Chañarcillo. Después
trabajó en Potosí, donde fue administrador de las minas del Real Socavón de
Potosí de Avelino Aramayo. Su relación con Huanchaca comenzó con la compra de
dos acciones a su amigo Mariano Ramírez. Aparte de la minería participó en la
vida política del país, ejerció la jefatura política del departamento de
Potosí, fue secretario de hacienda y encargado de negocios ante la República
del Paraguay en el gobierno de Achá.
Cuando
Arce entró a la compañía Huanchaca ésta se encontraba en una pésima situación
financiera, sus dueños no sabían qué hacer con ella. Con el compromiso de
entregar a sus socios ganancias fijadas de antemano, Arce asume la dirección de
la empresa. Se traslada a la mina y en ella realiza una labor tesonera y de
aplicación de eficientes técnicas mineras. Mejoró el ingenio, construyó la
carretera entre éste y la mina y elevó la producción con la aplicación de
mejores métodos de aprovechamiento en el trabajo minero y metalúrgico. Era un
otro trabajador en Huanchaca, hacía de todo, era a la vez director, gerente,
ingeniero o peón. Contrataba expertos europeos y realizaba viajes a Chile para
aprender métodos modernos de explotación y aprovechamiento minero. Pagaba
salarios a los obreros y se preocupaba por ellos. Convirtió a Huanchaca en
sociedad anónima y en una empresa prospera, de la cual fue siempre un
accionista.
Trabajó
también en la diversificación de la empresa con la creación de fincas en el
altiplano, los valles y el trópico, para la producción de diversos productos
como lana, uva, caña de azúcar y palmeras (para obtener alcohol). En estas
fincas introdujo la utilización de maquinaria. En Uruya (Potosí) convirtió una
propiedad agrícola en productora de cereales con molinos y panadería. Sus
empleados estuvieron protegidos de la hambruna que se produjo en el país cuando
se produjo la invasión chilena al Litoral. Se calcula que favoreció a 40.000
bolivianos.
La
gran obra que hizo Aniceto Arce a favor de Bolivia fue el ferrocarril de
conexión con las costas del Pacífico, que lastimosamente concluyó después de la
pérdida del Litoral. Otra hubiera sido la situación del país si lo hubiera
concluido antes que estalle la guerra. Arce concibió el proyecto desde sus
inicios, presentó planes concretos al Gobierno de Daza, quien se entusiasmo con
el proyecto y lo apoyó con un decreto. Contrató a un ingeniero extranjero para
que haga el estudio. Se encargó de conseguir el financiamiento. El ferrocarril
Antofagasta – Oruro, que no tuvo ningún costo para el Estado, fue entregado por
Aniceto Arce el 15 de mayo de 1892, ocasión en la que exclamó “mi obra está
concluida, ahora mis enemigos pueden matarme”.
Según
testimonios históricos, Arce “se dirigió a Daza manifestándole la inmensa
desventaja que llevaba Bolivia (con respecto a Chile) y le insinuaba la
conveniencia de aplazar el conflicto o de evitarlo, antes que precipitar al
país a su ruina”. También “obtuvo promesa formal de Daza para el aplazamiento
de la ejecución del impuesto salitrero por el tiempo necesario para promover en
Europa la organización de una gran sociedad que se encargue de realizar el
proyecto de ferrocarril”. No obstante, apoyó el esfuerzo de la guerra con sus
recursos y con empréstitos de la Compañía Huanchaca.
La
Convención Nacional de 30 de mayo de 1880 eligió a Narciso Campero como
Presidente de la Republica y a Aniceto Arce y Belisario Salinas como
vicepresidentes. Los dirigentes del país se dividieron en guerristas y
pacifistas. Campero era guerrista y Arce pacifista, por lo que fue destinado al
sur del país y luego destituido y desterrado. El tiempo les dio la razón a los
pacifistas, porque fueron los guerristas los que tuvieron que firmar el tratado
de 1904. En este asunto, tuvo conversaciones con el presidente chileno Santa
María para que Tacna y Arica sean transferidos a Bolivia, que no prosperaron
por la oposición de los guerristas.
En
las elecciones de 1884 salió segundo después de Pacheco y primero en las de
1888, por lo que fue Presidente de la República en el periodo de 1888 a 1892. Para
consolidar a la república emitió el 3 de diciembre de 1888 la “Ley de
Organización de la República”. Se preocupó por dotar a Bolivia de
instituciones, leyes y reglamentos que la conduzcan por los caminos del
progreso. Fundó el Colegio Militar del Ejército para que Bolivia disponga de un
ejército profesional, que no lo tuvo en la Guerra del Pacífico. Dio un fuerte
impulso a la industria agrícola e industrial. Buscó introducir la industria
siderúrgica. Dictaminó la ilegalidad del pongueaje.
Las
grandes obras de Aniceto Arce fueron: introducción de la maquinaria en las
industrias minera y agrícola, el mencionado ferrocarril de Antofagasta a Oruro,
que motivó la fundación de Uyuni, la extensión del telégrafo a la mayor parte
de los centros poblados del país, la construcción de caminos y puentes como el
camino a Obrajes en La Paz y el puente Arce en Chuquisaca, la construcción de
edificios públicos, acueductos y obras de mampostería para la conservación de
suelos.
Aniceto
Arce dedicó su fortuna a impulsar el progreso de Bolivia, para beneficio de sus
habitantes. Cuando dejó el Gobierno, si bien no estaba pobre, su fortuna quedó
apreciablemente reducida.
VÍCTOR
PAZ ESTENSSORO
La fuente para este artículo ha sido el mismo Víctor
Paz a través del libro “Conversaciones con Víctor Paz Estenssoro” del escritor
Eduardo Trigo O´Connor d´Arlach y la experiencia personal que he tenido de su
vida política y pública.
El Dr. Víctor
Paz Estenssoro estudió hasta el quinto de secundaria del colegio San Luis en
Tarija y salió Bachiller del colegio Bolívar de Oruro. Quería ser ingeniero
civil, pero no había en Bolivia una facultad donde pudiera estudiar esta
profesión. Estudió derecho en la Universidad Mayor de San Andrés y al final fue
un economista autodidacta.
Trabajó
durante el Gobierno de Hernando Siles como secretario abogado en la comisión de
reorganización del sistema bancario del país y en la comisión fiscal
permanente. Fue luego oficial mayor del Ministerio de Hacienda, cargo que
desempeñó en los gobiernos de Blanco Galindo y Salamanca. Renunció a este cargo
cuando le querían obligar a afiliarse al partido oficialista y por su capacidad
profesional fue invitado a trabajar en la Contraloría General de la República.
Participó
de la Guerra del Chaco primero como interventor en el Primer Cuerpo del
Ejército con asiento en Fortín Saavedra por parte de la Contraloría y luego en
la batería Seleme, como respuesta al llamamiento que se hizo de su categoría de
reservista. Finalizada la guerra trabajó un corto tiempo con la Patiño Mines,
de la cual se retiró para postularse como candidato independiente a diputado
por Tarija, resultando elegido en el último lugar. Posteriormente fue nombrado
presidente del Banco Minero. Todo esto fue durante el Gobierno del Tcnl. Germán
Busch.
Durante
el Gobierno del Gral. Enrique Peñaranda, cuando era también diputado, con otros
políticos e intelectuales fundó el 7 de junio de 1942 el Movimiento
Nacionalista Revolucionario. Entre ellos estaban Hernán Siles Suazo, Walter
Guevara Arze, Augusto Céspedes y Carlos Montenegro. Víctor Paz fue nombrado
jefe. Junto con la logia militar Razón de Patria (RADEPA) propiciaron el golpe
del 20 de diciembre de 1943 que derrocó a Peñaranda y puso al frente del
gobierno al mayor Gualberto Villarroel. Durante este gobierno fue Ministro de
Hacienda. En esta época era catedrático en la Facultad de Ciencias Económicas
de la UMSA. Como consecuencia del derrocamiento sangriento de Villarroel,
Víctor Paz tuvo que asilarse en la Embajada del Paraguay, escapando a una turba
que quería colgarlo, incluso sacándolo violentamente de los predios de la
embajada. Salió exiliado a la Argentina y luego a Uruguay, cuando fue expulsado
por el Gobierno Argentino por haber organizado un movimiento revolucionario
para derrocar al Gobierno de Bolivia que fracasó. En las elecciones del 6 de
mayo de 1951 que organizó el Gobierno de Mamerto Urriolagoitia, el MNR obtuvo
la mayoría con Víctor Paz como candidato a la presidencia, pero Urriolagoitia
las desconoció y entrego el Gobierno a una Junta Militar.
El
desconocimiento del triunfo del MNR en las elecciones de 1951 tuvo como réplica
la revolución popular del 9 de abril de 1952, cuyos actores principales fueron
el Comité Revolucionario presidido por Siles, Lechín y Barrenechea,
trabajadores, mineros de Milluni, universitarios, carabineros y algunos
militares que apoyaron el movimiento. Víctor Paz regreso del exilio el 15 de
abril y fue recibido por una enorme multitud, que “fue la concentración más
grande (para aclamar a un político) que se tiene memoria en la historia
boliviana”. En el palacio de gobierno juró como Presidente de la República para
el periodo 1952 – 1956 y volvió a ser presidente en el periodo 1960 – 1964. Fue
derrocado por el vicepresidente René Barrientos el 4 de noviembre de 1964, a
poco de haber iniciado su tercer periodo.
En
palabras de Víctor Paz “El 9 de abril de 1952, para decirlo en una apretada
síntesis, marca el comienzo de un proceso que se caracteriza por la presencia
de las grandes mayorías nacionales en el manejo de la cosa pública y por las
transformaciones profundas efectuadas para hacer de un país semicolonial y de
un pueblo oprimido, un ente nacional democrático y soberano. El propósito
cardinal de mi primer gobierno fue modificar, fundamentalmente, la estructura
económica y social con la liquidación del poder minero feudal mediante la
nacionalización de las minas y la reforma agraria, lo que permitió una
distribución más justa del ingreso nacional y la vigencia de un plan de
desarrollo y la diversificación de la economía”. Otras medidas tomadas fueron
el voto universal, la reforma educativa (para que la educación llegue a toda la
población), la creación de legislación del trabajo y del sistema de seguridad
social.
En lo
económico se impulsó el desarrollo de Santa Cruz y de los hidrocarburos con la
generación de empresas privadas, el fortalecimiento de YPFB (a cargo de su
hermano José Paz Estenssoro) y la apertura del país al capital privado. En el
campo energético se construyó la planta hidroeléctrica de Corani y otras de
generación termoeléctrica. Se instaló el ingenio azucarero de Guabira. Una
medida transcendental fue la creación del Servicio Nacional de Caminos, que
permitió que el país dispusiera de una red de carreteras.
La
cuarta presidencia de Víctor Paz se produjo cuando el Congreso lo eligió
presidente, después de haber salido segundo en las elecciones del 14 de junio
de 1985, después de Hugo Banzer. Fue posesionado el 6 de agosto de 1985, cuando
el país estaba inmerso en una profunda crisis económica. Para enfrentarla dictó
el decreto 21060 el 29 de agosto de 1985. Con esta medida la crisis cedió y el
país volvió a la normalidad económica, se controló la inflación y se reactivó
la producción de bienes y servicios. El Gobierno introdujo nueva moneda y puso
el gasto público bajo control.
Pero
el decreto 21060 no fue solamente para superar la crisis, sino que fue el
comienzo de una nueva política económica, que comprendió a un conjunto de
reformas estructurales que cambiaron el sistema económico de Bolivia.
Básicamente, se pasó de un sistema económico en el que el estado era el
principal ejecutor de las actividades económicas, a un sistema en que el
mercado sea el lugar donde se realizan y se estimulan las actividades
económicas.
Aparte
de cuando fue presidente y embajador, Víctor Paz llevó una vida sobria, en los
tres exilios que tuvo se mantuvo económicamente trabajando como consultor y
catedrático. Finalizó sus días en la ciudad de Tarija, viviendo en una casa
sencilla y nada lujosa, junto a su esposa Teresa Cortéz.
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